Tras retirar dinero de un cajero automático, es común que el sistema ofrezca la opción de imprimir un comprobante de la transacción. Sin embargo, esta práctica puede implicar riesgos si no se maneja de forma adecuada, especialmente ante el aumento de fraudes y estafas.
De acuerdo con la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab, los comprobantes contienen datos sensibles de la transacción y del titular de la tarjeta. Si estos documentos caen en manos equivocadas, pueden ser utilizados para actividades fraudulentas.
Por ejemplo, un comprobante desechado sin ser destruido podría ser recuperado por estafadores, quienes podrían emplear la información para hacerse pasar por el banco y solicitar datos adicionales a través de llamadas o mensajes falsos.
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Ante estos riesgos, expertos recomiendan conservar los comprobantes en un lugar seguro o destruirlos adecuadamente, ya sea con una trituradora de papel o rompiéndolos en pedazos pequeños antes de desecharlos. Este simple hábito puede minimizar la posibilidad de que la información sea utilizada con fines delictivos.
¿Por qué conservar los comprobantes?
A pesar de los riesgos, los comprobantes pueden ser útiles en ciertas situaciones. Funcionan como una herramienta clave para corroborar que una transacción se realizó correctamente, especialmente si surge una discrepancia entre el saldo mostrado en el comprobante y el estado de cuenta en línea.
También son valiosos para quienes desean llevar un control detallado de sus finanzas personales. Revisar los comprobantes periódicamente permite identificar patrones de gasto, ajustar presupuestos y detectar movimientos inusuales o errores que podrían pasar desapercibidos en los sistemas electrónicos.
Consejos para un manejo seguro de un cajero automático
- Guarda los comprobantes: Clasifícalos por fecha o tipo de operación y almacénalos en un lugar seguro. Esto facilita su consulta para aclaraciones o trámites.
- Cruza la información: Verifica los datos del comprobante con los registros en línea para asegurarte de que las transacciones sean correctas y correspondan a movimientos autorizados.
- Destruye los comprobantes desechados: Nunca los tires completos a la basura. Asegúrate de que los datos sean ilegibles antes de desecharlos.
En un mundo cada vez más digital, la información financiera personal sigue siendo un activo valioso. Aunque el uso de comprobantes físicos puede parecer una práctica obsoleta, manejarlos con precaución es esencial para protegerse de fraudes y mantener un control financiero efectivo.