La MLS se impuso 3-1 a la Liga MX en el All-Star Game 2025, celebrado el 23 de julio en el Q2 Stadium de Austin, Texas, marcando la tercera victoria de la MLS en cuatro enfrentamientos contra la liga mexicana. Con goles de Sam Surridge, Tai Baribo y Brian White, los estadounidenses vengaron la derrota de 4-1 sufrida en 2024, mientras que Gilberto Mora anotó el único tanto de la Liga MX. Aunque el partido fue un espectáculo de talento, la derrota generó críticas en México por la falta de contundencia y las decisiones tácticas de André Jardine.
El encuentro, dirigido por Nico Estévez para la MLS y Jardine para la Liga MX, mostró un nivel competitivo, con figuras como Lionel Messi y Sergio Ramos en el campo. Sin embargo, las múltiples sustituciones en la primera mitad, con siete cambios por parte de la MLS, reflejaron la prioridad de los clubes por preservar a sus jugadores para la Leagues Cup. Esto generó debate sobre si el formato del All-Star Game favorece el espectáculo sobre la competitividad real.
Sam Surridge abrió el marcador en el minuto 28, asistido por Denis Bouanga, mientras que Tai Baribo, quien se llevó el MVP del partido, anotó en el 51 tras un pase de Diego Rossi. Brian White selló la victoria en el 80, con una jugada que incluyó una asistencia de Philip Zinckernagel y un desvío de Brian Rodríguez. El gol de Mora, un joven de 16 años de Tijuana, fue un destello de esperanza para la Liga MX, pero insuficiente para remontar.
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La Liga MX llegó con un plantel estelar, incluyendo a Luis Malagón, Sergio Canales y Alexis Vega, pero las ausencias de jugadores clave como Ángel Sepúlveda y Juan Brunetta, retirados por compromisos de sus clubes, limitaron su profundidad. Los fans mexicanos expresaron frustración por la falta de cohesión, atribuyéndola a la rotación excesiva y a la falta de preparación frente a una MLS más organizada.
El Skills Challenge, realizado el 22 de julio, también mostró dominio mixto. La Liga MX destacó en el Touch Challenge y el Cross & Volley, con actuaciones sobresalientes de Alejandro Zendejas y Brian Rodríguez, pero la MLS se llevó el Shooting Challenge liderada por Evander. Estos eventos, aunque entretenidos, reforzaron la percepción de que la rivalidad está más equilibrada de lo que el marcador final sugirió.
La derrota reavivó las críticas sobre el nivel de la Liga MX frente a la MLS, especialmente tras la victoria mexicana en 2024. Algunos analistas señalan que la MLS ha ganado terreno con la llegada de estrellas como Messi, mientras que la Liga MX depende demasiado de nombres establecidos sin renovar su estrategia. La ausencia de Hirving Lozano en momentos clave del partido también fue cuestionada.
El Q2 Stadium, con 81 partidos consecutivos agotados, fue un escenario vibrante para el evento, que atrajo a miles de aficionados de ambos lados de la frontera. Sin embargo, la organización enfrentó críticas por la falta de claridad en las transmisiones en México, donde los fans dependieron de plataformas de streaming como Apple TV, lo que limitó el acceso para algunos.
La rivalidad entre ambas ligas se intensifica con eventos como el All-Star Game y la Leagues Cup, que inicia el 29 de julio. La derrota de la Liga MX pone presión sobre los clubes mexicanos para demostrar su valía en este torneo, que ofrece boletos a la Concacaf Champions Cup. Algunos fans consideran que el formato actual del All-Star Game favorece a la MLS por jugar en casa.
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El desempeño de Gilberto Mora, el jugador más joven en el partido, fue un punto destacado para la Liga MX. Su gol demostró el potencial de las nuevas generaciones, pero también puso en evidencia la falta de oportunidades para otros jóvenes en el plantel mexicano. Los aficionados piden mayor apuesta por talentos emergentes para competir con la MLS, que ha consolidado figuras como Diego Luna.
La derrota de la Liga MX en el All-Star Game 2025 no solo refleja un tropiezo deportivo, sino también la necesidad de replantear la preparación y el enfoque en eventos internacionales. Mientras la MLS celebra su victoria, la Liga MX enfrenta el reto de recuperar el orgullo en la Leagues Cup, en un contexto donde la rivalidad entre ambas ligas sigue creciendo.