Bubbles, un chimpancé que en el pasado se hizo famoso por ser la mascota de Michael Jackson, ahora vive una vida apacible y repleta de actividades en un santuario dedicado a su bienestar. Con 41 años de edad, este primate reside en el Center for Great Apes en Wauchula, donde disfruta de una vida tranquila, rodeado de otros chimpancés y participando en actividades estimulantes, como la pintura.
Patti Ragan, directora del santuario, compartió con TMZ que Bubbles goza de una gran libertad en su nuevo hogar. Aquí, tiene la oportunidad de explorar túneles, construir nidos bajo los árboles, tomar siestas diarias y, ocasionalmente, dedicarse a la pintura, una actividad que parece disfrutar mucho. A menudo, Bubbles entrega sus creaciones artísticas a los cuidadores del santuario, quienes las reciben con entusiasmo. Además, se le describe como un chimpancé sociable, capaz de interactuar bien tanto con los visitantes como con otros animales, incluidos sus compañeros primates como Oopsie, Boma, Ripley, Kodua y Stryker. Según Ragan, “Michael Jackson estaría feliz de ver cómo su mascota vive una buena vejez”.
El equipo del santuario proporciona a Bubbles atención veterinaria constante, y actualmente el chimpancé pesa 83 kilos (180 libras). Con una esperanza de vida en cautiverio de entre 50 y 60 años, parece estar en excelente estado de salud. “No muestra signos de haber sido maltratado”, indicó la directora. Curiosamente, aunque el santuario reproduce música y videos de Michael Jackson, Bubbles no muestra una preferencia especial por las canciones de su antiguo dueño.
La historia de Bubbles
La historia de Bubbles comienza en 1983, cuando nació en un laboratorio biomédico y fue separado de su madre a una edad temprana. Luego fue entregado a un entrenador de Hollywood antes de ser adoptado por Michael Jackson. Durante su tiempo con Jackson, Bubbles apareció en programas de televisión, películas y videos musicales. En 1987, acompañó al Rey del Pop en la gira mundial Bad y apareció en el video de la canción “Liberian Girl”. Uno de los momentos más memorables de esa época fue cuando compartió una taza de té con Yasushi Oshima, el entonces alcalde de Osaka, Japón.
Los cuidadores del santuario han observado que a Bubbles le encanta pintar. Sus obras a menudo se subastan para recaudar fondos para el santuario. Jon Bon Jovi, en una aparición en Jimmy Kimmel Live!, recordó una anécdota de cuando invitó a Michael Jackson a una fiesta durante la gira Slippery When Wet. Jackson no asistió, pero envió a Bubbles en su lugar. El chimpancé causó un gran alboroto, saltando en la cama y divirtiéndose como una auténtica estrella de rock, al punto de que la gerencia del hotel amenazó con echarlos.
Cuando Bubbles creció, su tamaño y fuerza hicieron que fuera difícil mantenerlo cerca de las personas. Por ello, en 2003, Jackson decidió enviarlo de regreso al santuario de animales de su entrenador en California. Dos años después, Bubbles fue trasladado al Center for Great Apes en Florida, donde ha vivido desde entonces.
El santuario suele actualizar al público sobre el estado de Bubbles, especialmente en su cumpleaños. En marzo de 2024, celebraron el decimonoveno aniversario de su llegada al santuario con una publicación en redes sociales. Aunque no conocen su fecha exacta de nacimiento, saben que fue en 1983, por lo que este año cumplirá 41 años.
Antes de su fallecimiento, Michael Jackson financiaba el cuidado de Bubbles. Actualmente, esta responsabilidad recae en sus herederos y el patrimonio de Jackson. Mantener al primate en el santuario cuesta aproximadamente USD 30,000 al año. Además, el club de fans de Jackson envía regalos como cocos, mangos y mantas, que el chimpancé utiliza durante sus siestas.