Este domingo, 4 de agosto de 2024, en Bangladesh, al menos 91 personas han perdido la vida en medio de violentos enfrentamientos entre manifestantes que exigen la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina y defensores del gobierno, de acuerdo con informes recientes. Este trágico evento eleva el total de fallecidos a 283 desde julio.
Entre los muertos se encuentran al menos 14 policías, y el número de agentes heridos asciende a 300, según detalló Kamrul Ahsan, portavoz de las fuerzas armadas.
Las protestas, que se iniciaron en junio para criticar las cuotas politizadas de admisión a cargos públicos, han escalado hasta convertirse en los disturbios más graves que Hasina ha enfrentado en sus 20 años de mandato. Aunque las tropas lograron restablecer el orden temporalmente, las multitudes volvieron a tomar las calles este mes con renovados llamados a detener el gobierno.
Miles de personas, muchas de ellas armadas con palos, se congregaron este domingo en la céntrica plaza Shahbagh de la capital, Daca. La policía reportó que se produjeron batallas callejeras en varios puntos de la ciudad, así como en otras importantes urbes del país.
En respuesta a la escalada de violencia, el ejército anunció la implementación de un nuevo toque de queda, que entrará en vigor esta misma noche, y será de carácter indefinido tanto en Daca como en otras localidades.
Sheikh Hasina, de 76 años, ha estado al frente del país desde 2009 y ganó sus cuartas elecciones consecutivas en enero, en unos comicios que se celebraron sin una oposición real. Organizaciones de derechos humanos han acusado a su gobierno de usar indebidamente las instituciones del Estado para perpetuarse en el poder y eliminar a la oposición mediante ejecuciones extrajudiciales y otras medidas represivas.