Una tragedia aérea conmocionó al sur del país este fin de semana, luego de que una avioneta que realizaba labores de control biológico se desplomara en Tapachula, Chiapas, provocando la muerte de sus tres ocupantes.
La aeronave participaba en un programa de dispersión de moscas estériles para combatir la plaga del gusano barrenador del ganado, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Tres muertos por accidente de avioneta

En el accidente de avioneta perdieron la vida el piloto Carlos Eduardo Monroy Pinto y el copiloto Byron Eduardo Morán de Paz, ambos de nacionalidad guatemalteca, así como el ingeniero agrónomo mexicano Lucio Alberto Roblero de León, quien estaba adscrito al Centro de Empaque de Mosca del Mediterráneo del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
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De acuerdo con información oficial, la aeronave tipo L-410 UVP-E, propiedad de la compañía guatemalteca Inversiones 777 S.A., despegó del aeropuerto de Tapachula a las 8:15 de la mañana del domingo 1 de junio, y se desplomó alrededor de las 9:00 horas, cerca de la frontera con Guatemala.

La Agencia Federal de Aviación Civil de México y la Dirección General de Aeronáutica Civil de Guatemala ya iniciaron investigaciones para esclarecer las causas del accidente.
Según fuentes de la Sader, la avioneta llevaba varios días realizando jornadas de liberación de moscas estériles, una técnica biológica ampliamente utilizada para controlar plagas como el gusano barrenador, que afecta gravemente a la ganadería.
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Condolencias y reconocimiento oficial
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, lamentó la pérdida de los tres tripulantes mediante un mensaje en la red social X, en el que expresó su pésame a los familiares, amigos y compañeros de trabajo de las víctimas: “Siempre estaremos agradecidos por su entrega y sacrificio en defensa de la ganadería nacional”.
La Sader también manifestó su solidaridad con los allegados de los fallecidos y reconoció su labor en una misión que calificó como crucial para la sanidad agropecuaria del país.

Las autoridades mexicanas y guatemaltecas colaboran actualmente en la investigación, siguiendo los protocolos internacionales en materia de aviación para determinar con precisión qué provocó el siniestro.