La delegación mexicana que participó en los Juegos Paralímpicos de París 2024 alcanzó un total de 17 medallas, distribuidas en tres de oro, seis de plata y ocho de bronce. Este resultado representa la segunda cifra más baja obtenida por México en las últimas siete ediciones de los Juegos Paralímpicos. Ante este panorama, los atletas piden un apoyo más sólido de cara a Los Ángeles 2028, con la esperanza de superar nuevamente la barrera de las 20 preseas en el evento deportivo más importante del mundo.
Ángel Camacho, paranadador originario de Guanajuato y máximo medallista mexicano en París 2024 con tres preseas, expresó en una entrevista su preocupación por la falta de respaldo hacia el deporte adaptado. Según el atleta, es crucial que las grandes empresas se involucren más, no solo brindando difusión, sino también apoyando con becas y financiando campamentos de preparación que les permitan llegar mejor preparados a las competencias internacionales.
Por su parte, Diego López, también paranadador y compañero de disciplina de Camacho, hizo un llamado directo a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que incremente el presupuesto destinado a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). Según López, una mayor inversión en el deporte adaptado podría marcar una gran diferencia en los resultados obtenidos por los atletas mexicanos.
“En cada disciplina existen desigualdades en el apoyo recibido, pero sería útil que en México se implementaran modelos que han demostrado ser efectivos en otros países”, comentó López. Además, señaló que en naciones como Brasil, los organismos encargados del deporte adaptado cuentan con presupuestos independientes y mucho más robustos, lo que se refleja en los resultados obtenidos. “En Brasil, el presupuesto destinado al deporte adaptado es cuatro veces mayor al nuestro. Esto, obviamente, se ve reflejado en su desempeño y logros”, añadió.
Otro tema que preocupa a los paratletas es la falta de infraestructura y apoyo para su inclusión. Guadalupe Navarro, atleta jalisciense, compartió las dificultades que enfrenta diariamente para poder entrenar. “El transporte es un verdadero reto. Las calles no están adaptadas para el uso de silla de ruedas, y los taxis por aplicación muchas veces se niegan a venir. El transporte público tampoco está diseñado para personas con discapacidad, y la actitud de la gente no siempre es incluyente”, explicó Navarro, resaltando la necesidad de mejorar las condiciones de movilidad para los deportistas con discapacidad.
Además, los paratletas hacen un llamado para que se planifique mejor la entrega de materiales y equipo deportivo. Consideran que una logística más eficiente es esencial para que puedan iniciar el nuevo ciclo paralímpico con las herramientas necesarias para entrenar y competir al más alto nivel.
Con estos retos sobre la mesa, los atletas paralímpicos mexicanos esperan que sus voces sean escuchadas y que las autoridades, empresas y sociedad en general se unan para impulsar el deporte adaptado en el país, permitiendo que México brille nuevamente en el escenario internacional.
Con información de EL UNIVERSAL
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