La presencia abundante de anfibios es natural en época de lluvias y en una zona como la Península de Yucatán, en donde prevalecen los ecosistemas asociados a ambientes acuáticos y semi-acuáticos.
Su hábitat natural corresponde a masas de agua permanentes y cuerpos de agua estancados con vegetación acuática (lagos, pantanos, charcas, depósitos de agua, oasis, cenotes, márgenes de corrientes, zanjas de irrigación y lagos artificiales).
La orgía de las ranas
El ciclo reproductivo de los anfibios este acoplado a la a temporada de lluvias, y es un fenómeno biológico regular el nacimiento abundante de anfibios; y esto ocurre en otras partes del mundo.
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Las cuantiosas lluvias que han permitido a estos anfibios ampliar sus zonas de distribución hasta ecosistemas urbanos. Las ranas que están fotografiadas en la portada son simples ranas del género Lithobates, el conjunto de especies de este género es llamado ranas de agua americanas pueden encontrarse desde América del Norte hasta el sur de Brasil.
La mitad de las especies del género se encuentran en alguna de las categorías amenazadas de la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y más del 60% de sus poblaciones se hallan en recesión.
Así se escucha una “orgía” de ranas en el Parque #Cancún 🐸 pic.twitter.com/F9JEfE3R1x
— Verás News 📰📻 (@VerasNews) September 11, 2024
Las llamadas “Rana toro” – Lithobates catesbeianus son del mismo grupo. Se trata de ranas de amplia distribución- La gran expansión de esta especie se debe a su importancia económica como alimento en países como México, entre otros más., es decir, que lejos de ser venenosas son comestibles.
¿Son peligrosas las ranas?
En México solo hay una especie de anfibios potencialmente peligrosa y está en Sonora. No hay ranas venenosas, solo llegan a Costa Rica y de ahí se distribuyen hacia Sudamérica
Otro mito:
La extraña y extendida creencia popular de ser envenenados si nos escupe un sapo resulta totalmente errónea, ya que, tal y como hemos visto a lo largo del artículo, el veneno de los sapos se encuentra en la secreción de sustancias tóxicas a través de glándulas situadas en la piel de estos anfibios.
Información de la bióloga Patricia Santos González.
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