Mientras que las personas que sufren de miedo pueden pasarla muy mal en un avión, las que tienen aerofobia rara vez logran subirse a una aeronave.
Por ello aquí te decimos cuáles son las diferencias y lo que puedes hacer para superar la aerofobia.
Miedo a volar
Es una emoción que genera vacilación y duda en cuanto a viajar en avión. Produce sensaciones de ansiedad molestas, pero no siempre implica que la persona no pueda volar.
Síntomas: cuando se tiene miedo a volar, las manos transpiran y es frecuente tener taquicardia, suspiros, malestar e inquietud. En la mayor parte de los casos, estos síntomas no son tan fuertes como para dejar de volar.
Fobia a volar o aerofobia
Llamada también aviofobia, se trata de un fuerte estado de ansiedad que lleva a evitar por completo el vuelo.
Es un miedo tan intenso que simplemente no te permite viajar. Además, es muy limitante porque hace que la persona que sufre de esta fobia no pueda concretar el vuelo.
Síntomas: los síntomas de la aviofobia son más intensos y, entre ellos, se cuentan ansiedad, taquicardia, suspiros, ahogos, sudoración, mareos, boca seca, inquietud, desasosiego, turbación, sensación de falta de aire, diarreas, vómitos y temblor.
Aquel que padece aviofobia posiblemente llegue al aeropuerto pero decida echarse atrás, renunciando a tomar el vuelo.
Estas fobias surgen de un aprendizaje disfuncional.
En algún momento, se asoció el viajar en avión con un peligro para la vida, ya sea por experiencias anteriores o por imágenes que vemos en la televisión (cine catástrofe, noticias, etc.).
También influye la incertidumbre o la falta de comprensión acerca del «milagro» de volar, el estrés acumulado o la aprehensión por encontrarse en una situación desconocida.
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Cómo superar la aerofobia
1. Curso especializado
Es lo más rápido y eficaz: dura entre 2 y 5 días, y tiene un 98% de efectividad. Se trata de un programa llevado a cabo por institutos especializados y por algunas aerolíneas en donde psicólogos y expertos en aviación tratarán de quitarte todos tus miedos.
Consta de un periodo de información al participante, con técnicas de relajación, información acerca del funcionamiento de un avión y de su seguridad, etc.
Idealmente, el entrenamiento culmina con un vuelo de cabotaje final, que expone al participante a las circunstancias reales de vuelo y que sirve para convencer al paciente de la superación definitiva de su miedo.
No se trata de una fobia difícil de tratar pero se necesita la ayuda de un especialista para que acompañe y dé herramientas para llevar mejor el momento de viajar en avión.
2. Meditación y relajación
También puede ser de gran ayuda hacer un curso de meditación, pensamiento positivo y técnicas de relajación de cuerpo y mente.
3. Terapia psicológica
La aerofobia es una fobia específica y a veces es la combinación de varias fobias: fobia a estar encerrado (claustrofobia), fobia a las alturas (acrofobia), etc. Un tratamiento con un psicólogo o terapeuta podría ser de gran ayuda para vencer éste y otros miedos.
Tratar este tipo de fobias generalmente no requiere de una terapia extensa, sino de pocas sesiones enfocadas en estas limitaciones.
4. Tratamiento farmacológico
Puede ser adecuado pero siempre bajo prescripción médica. Calman la ansiedad, pero no ayudan a vencer el problema. Sin duda, te pueden salvar si necesitas viajar con urgencia y te sientes impedido por el miedo.
Tips para combatir el miedo a volar durante el vuelo y superar la aerofobia
1) Viaja acompañado: siempre ten a tu lado alguien de confianza para apretarle la mano en los momentos de más tensión (despegue, aterrizaje, turbulencias) y que así te ayude a superar la aerofobia. No olvides que la tripulación está para ayudarte.
2) Comparte tus miedos: si llegaras a sentir miedo dentro del avión, puedes compartir lo que sientes con una azafata o el sobrecargo. Ellos podrán hacer algo para que te sientas más seguro. No dudes en preguntar o pedir lo que necesites.
3) Evita la ansiedad: es recomendable dejar todo preparado para tu vuelo (equipaje, documentación, etc.) algunos días antes y llegar con suficiente antelación al aeropuerto. Así no tendrás que correr a último momento. Trata de dormir bien la noche anterior, así estarás bien descansado. Si tienes oportunidad, reserva tu asiento en la parte delantera del avión. Allí se producen menos movimientos y las turbulencias son más suaves.
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Con información de Bloudit