La victoria de Emilia Pérez como Mejor Película – Musical o Comedia en los Globos de Oro 2025 no ha estado exenta de polémicas.
A pesar de su éxito, el proyecto enfrenta señalamientos debido al trato recibido por Adriana Paz, única actriz mexicana en el elenco de una producción cuya trama gira en torno a México.
Actriz mexicana Adriana Paz en los Golden Globes 2025
Durante la ceremonia del pasado 5 de enero, Adriana Paz subió al escenario para celebrar el premio junto a Karla Sofía Gascón, Selena Gomez y Zoe Saldaña. Sin embargo, lo que llamó la atención fue que no compartió la misma mesa con sus compañeros de elenco. Este detalle, sumado a su ausencia en la promoción de la película, despertó indignación en redes sociales.
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Usuarios criticaron lo que consideran un acto de exclusión y discriminación hacia Paz, cuestionando la coherencia de una producción internacional que aborda temas relacionados con México, pero da poca visibilidad a su única actriz mexicana.
Plataformas como X (antes Twitter) se llenaron de comentarios condenando la situación. “Adriana Paz, la única actriz mexicana de *Emilia Pérez*, sin asiento en la mesa del elenco en los Golden Globes. Esta película se esmera cada día en mostrar su racismo sin fallar”, señaló un usuario.
Otros mensajes recalcaron la paradoja entre la temática de la película y la falta de inclusión en su elenco y organización. “Una producción extranjera apropiándose de temas mexicanos, excluyendo a la única actriz del país durante los premios. Indignante”, afirmó otro comentario.
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El debate más allá de los premios
Pese a las críticas, la participación de Adriana Paz también fue motivo de orgullo para muchos mexicanos. Su paso por la alfombra roja, luciendo un diseño de un creador nacional, y su decisión de hablar en español durante las entrevistas fueron destacados como un ejemplo de representación cultural.
Este caso ha reavivado discusiones sobre la representación auténtica de culturas en la industria cinematográfica. La controversia en torno a *Emilia Pérez* pone en evidencia los desafíos y tensiones que persisten en la inclusión de voces locales en proyectos internacionales, especialmente cuando las historias están intrínsecamente ligadas a una nación o identidad específica.
