El glaciar Thwaites, conocido popularmente como el “glaciar del fin del mundo”, ha vuelto a encender las alarmas entre la comunidad científica. Investigadores que vigilan su comportamiento advirtieron que la enorme estructura de hielo en la Antártida atraviesa un proceso de “desestabilización acelerada” que podría llevarla a un colapso. El impacto de este escenario sería devastador a nivel global, pues se trata de uno de los glaciares cuya desaparición tendría mayor efecto en el aumento del nivel del mar.
El hallazgo más inquietante se detalla en un reciente estudio publicado en la revista Nature Geoscience. Según los especialistas, bajo la superficie del glaciar fueron detectadas formaciones similares a tormentas que se desarrollan en su interior, impulsadas por fracturas originadas por el derretimiento en la capa superior del hielo. Estas cavidades crean rápidos vórtices que succionan corrientes de agua cálida y aceleran el desgaste de la estructura.
Tormentas ocultas bajo el hielo

Los expertos explican que estas “tormentas ocultas” funcionan como un círculo vicioso: el deshielo provoca fracturas que permiten el ingreso de agua caliente, lo que a su vez genera más derretimiento. Debido a este proceso, el glaciar Thwaites ya ha perdido más de 600 mil millones de toneladas de hielo desde la década de 1980, una cifra que preocupa a la comunidad científica por la velocidad del deterioro.
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Mattia Poinelli, glacióloga de la Universidad de California en Irvine y autora principal del estudio, señaló que la formación de estos vórtices podría intensificarse en el futuro debido al calentamiento global. “En un escenario con más agua caliente y mayor derretimiento, probablemente veremos estos efectos repetirse en otras regiones de la Antártida”, explicó en entrevista con la organización climática Grist. La especialista también detalló que estos fenómenos bajo el hielo “se ven exactamente como una tormenta”, con fuertes movimientos verticales y turbulentos que reconfiguran la estructura interna del glaciar.
Un riesgo creciente para el nivel del mar
El Thwaites es una de las masas de hielo más grandes y vulnerables del continente blanco. Con 120 kilómetros de ancho y una extensión aproximada de 199 mil kilómetros cuadrados —similar al tamaño de Florida o Gran Bretaña continental—, su estabilidad es crucial para el equilibrio climático global. Un colapso podría elevar de forma abrupta el nivel del mar y provocar la inundación de ciudades costeras, entre ellas Nueva York.

Mientras la comunidad científica continúa analizando el avance de estas tormentas escondidas bajo el hielo, la advertencia es clara: la situación del glaciar del fin del mundo representa uno de los mayores riesgos climáticos de nuestra era.



