Fátima Bosch Fernández, reciente ganadora de Miss Universo 2025, tomó una decisión clave semanas antes de coronarse como la mujer más bella del mundo: registró su nombre como marca comercial ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). El trámite, realizado el 22 de septiembre, tuvo el objetivo de proteger legalmente su identidad en ámbitos relacionados con publicidad, gestión, organización y administración de negocios comerciales, además de actividades de oficina.
Según el expediente 3468813, la modelo tabasqueña formalizó esta solicitud con la intención de asegurar que su nombre solo pueda ser utilizado bajo su autorización en campañas, proyectos o servicios vinculados a su imagen pública. El documento también detalla que su primer registro oficial data del 31 de mayo del año 2000, correspondiente a su inscripción en el Registro Civil mexicano.
Protección de identidad e impacto comercial

Este nuevo registro ante el IMPI llega en un momento decisivo para Bosch, quien atraviesa uno de los puntos más altos de su carrera tras su triunfo en Tailandia. La estrategia de proteger su nombre como marca refleja una tendencia cada vez más común entre figuras públicas que buscan blindar su identidad ante el creciente interés comercial que generan sus carreras.
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El registro de marcas personales se ha popularizado entre celebridades, atletas y modelos que dependen de su imagen para sellar contratos publicitarios, alianzas comerciales y proyectos de contenido. En este contexto, la decisión de Bosch de asegurar legalmente su nombre es vista como una medida estratégica, especialmente ante su reciente exposición global como Miss Universo.
Reacciones oficiales y respaldo nacional
Luego de su coronación, las reacciones en México no se hicieron esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue una de las primeras figuras públicas en celebrar el triunfo de Bosch, destacando su valentía tras denunciar un episodio de maltrato por parte de los organizadores del certamen. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum la calificó como “un ejemplo” para las mujeres del país.
La mandataria también reconoció que Miss Universo es un concurso que suele generar controversia, pero enfatizó el valor de que la modelo haya alzado la voz en un entorno tan competitivo. Reafirmó que Bosch se ha convertido en una figura inspiradora, reiterando su rechazo a la frase “calladita se ve más bonita” y enviando un mensaje sobre la importancia de que las mujeres expresen cualquier inconformidad.

Con su título mundial, el respaldo institucional y la protección legal de su nombre, Fátima Bosch inicia una etapa de proyección internacional en la que su identidad —tanto mediática como comercial— adquiere una relevancia aún mayor.



