Lo que comenzó como una molestia vecinal por olores persistentes terminó por revelar una situación alarmante en la colonia Caracol, en Monterrey, Nuevo León. Habitantes del sector denunciaron la presencia constante de un olor fétido proveniente de un local ubicado sobre la avenida Garza Sada, lo que motivó la intervención inmediata de autoridades locales. La sorpresa fue mayúscula cuando, tras una inspección, se descubrió que el establecimiento funcionaba presuntamente como un crematorio clandestino de mascotas.
De acuerdo con los primeros reportes, personal del Instituto de Criminalística y Ciencias Periciales de la Agencia Estatal de Investigaciones arribó al punto para determinar si, además de animales, existía la posibilidad de restos humanos en el sitio. La inspección permitió ubicar varios cuerpos de mascotas dentro del inmueble, lo que confirmó las sospechas iniciales de los vecinos.
Autoridades inspeccionan el local ante sospechas de actividad ilegal
La revisión del lugar permitió hallar indicios que apuntan a un manejo irregular de restos animales. Aunque el inmueble aún conservaba los rótulos de una panadería que operó ahí anteriormente, su interior contaba con equipamiento inusual para dicho giro comercial. Extraoficialmente, se reportó la presencia de hornos que podrían haber sido utilizados para la cremación clandestina de mascotas.
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Peritos especializados continúan realizando análisis para determinar el tipo de restos encontrados y verificar si existe evidencia de otro tipo de delito. Mientras tanto, las autoridades iniciaron una carpeta de investigación y mantienen asegurado el sitio con sellos de clausura.
Vecinos señalaron que, durante las noches, era común observar personas ingresando al local para realizar actividades sospechosas, lo que reforzó la hipótesis de que el sitio operaba de manera constante y sin discreción. Funcionarios de Protección Civil también acudieron para evaluar las condiciones estructurales del inmueble, ante el posible uso de equipo no regulado y riesgos asociados.
El local fue clausurado y sigue la búsqueda de responsables
Hasta el momento no se ha informado sobre la detención de alguna persona vinculada al sitio. Sin embargo, las autoridades estatales continúan indagando para determinar quién o quiénes operaban el presunto crematorio clandestino y bajo qué circunstancias se realizaban estas prácticas.
La cremación de animales es una actividad regulada que requiere permisos sanitarios, ambientales y de operación específicos. En este caso, el establecimiento no contaba con autorización alguna, lo que constituye una violación a la normativa vigente. La comunidad permanece a la espera de avances en la investigación, mientras el local permanece sellado y bajo supervisión oficial.
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