¡Pobre abuelito! Una historia que comenzó con un acto de bondad terminó en un hecho trágico. Curtis Dixon, un hombre mayor de Detroit, fue secuestrado y brutalmente golpeado semanas después de recibir un donativo de 100 mil dólares de un influencer que buscaba reconocer su generosidad. Lo que parecía un gesto solidario se convirtió en una pesadilla dentro de su propio entorno familiar.
El caso comenzó en agosto de 2025, cuando Dixon fue grabado ayudando a un hombre que fingía ser ciego. El supuesto desconocido era Zachery Dereniowski, un creador de contenido famoso por premiar buenas acciones. El video se viralizó y, conmovido, el influencer inició una colecta que alcanzó los 100 mil dólares, además de obsequiarle un vehículo nuevo. Sin embargo, la exposición mediática de Dixon terminó atrayendo más peligro que fortuna.
Una traición desde su propia familia

El 1 de septiembre, el anciano fue secuestrado en su casa por personas de su círculo familiar. Entre los principales acusados se encuentra su sobrino, Roland Terrell Chatmon, quien presuntamente organizó el plan desde la prisión.
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De acuerdo con las investigaciones, contó con la ayuda de Leica Doreen López Martínez, Dnequia Stroman, Ieasha Ann Stroman y Kenneth Paul Anderson.
Durante el ataque, los agresores amarraron a la esposa de Dixon, lo obligaron a retirar dinero de sus cuentas bancarias y se llevaron una caja fuerte con objetos de valor. En un intento de eliminar evidencias, incendiaron su automóvil con él dentro, aunque el hombre logró sobrevivir y pedir ayuda. El caso causó indignación en Detroit, pues el anciano había sido símbolo de esperanza apenas unas semanas antes.

Avances en la investigación y cargos
El 25 de septiembre, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) realizó un operativo donde halló armas, drogas y artículos robados de la casa del matrimonio Dixon. Los registros telefónicos revelaron que los implicados planearon el crimen con antelación y mencionaban de forma explícita los 100 mil dólares del donativo como su objetivo principal.

Los cinco detenidos enfrentan cargos federales por secuestro, conspiración, robo armado y uso de armas de fuego. Si son hallados culpables, podrían pasar el resto de sus vidas en prisión.
Lo que debía ser una historia inspiradora sobre empatía y solidaridad terminó exponiendo cómo la codicia puede transformar la esperanza en horror.