La policía italiana encontró una escena que ha causado conmoción en la ciudad de Bérgamo: el cuerpo momificado de Francesca Pettinato, nacida en 1923 y quien habría muerto en 2024, a los 101 años de edad. El hallazgo se produjo después de que su hijo, preocupado por no tener contacto con su hermana, alertara a las autoridades sobre la situación en el domicilio familiar.
Al llegar al lugar, los agentes hallaron el cadáver de la anciana cubierto con mantas y en avanzado estado de descomposición. En otra habitación se encontraba la hija de la fallecida, aparentemente tranquila y sin mostrar señales de alteración. Según declaró a los investigadores, su madre había muerto por causas naturales apenas dos meses después de cumplir los 101 años. Sin embargo, nunca notificó el deceso ni a su hermano ni a las autoridades correspondientes.
Sospechas de fraude y abandono de la mujer
Vecinos del edificio ya habían reportado un fuerte olor proveniente del apartamento, pero fue recién tras la denuncia del hijo que se realizó la inspección. La policía investiga ahora las razones detrás del ocultamiento del cuerpo, pues existen indicios de que la hija habría mantenido el cadáver para seguir cobrando la pensión de su madre.
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Además, se sospecha que utilizó el supuesto cuidado de la anciana como justificación para solicitar ausencias laborales en el sector público, donde trabajaba.
Aunque todavía no se han presentado cargos formales, los investigadores sostienen que podría configurarse un caso de fraude institucional. La situación legal de la hija podría complicarse en las próximas semanas, especialmente por la gravedad de las irregularidades detectadas y por las condiciones de insalubridad del lugar, que fue inmediatamente precintado por la policía.
Debate sobre el aislamiento social en Italia
El caso ha reavivado en Italia un debate de fondo sobre el aislamiento social de las personas mayores y la fragilidad de los sistemas de control administrativo. Expertos señalan que la soledad de muchos ancianos, junto con la presión económica de algunos familiares, crea escenarios en los que ocurren situaciones extremas como esta. También se ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar los mecanismos de verificación sobre el bienestar de los adultos mayores y el seguimiento de las pensiones.
Mientras tanto, la hija de mujer mayor permanece bajo observación y a la espera de una decisión judicial. La comunidad de Bérgamo, consternada, se enfrenta a preguntas difíciles sobre la responsabilidad individual, el cuidado de los ancianos y el rol de las instituciones en la prevención de este tipo de tragedias.
