Un lamentable hecho de violencia se registró en un partido de futbol de la categoría Primera C de la Liga Difutbol en Colombia, cuando la árbitra central, Vanessa Ceballos, fue agredida físicamente por el jugador Javier Bolívar, a quien segundos antes había expulsado del encuentro.
El incidente ocurrió durante el cotejo entre Deportivo Quique y Real Alianza Aracataca. Según testigos, Ceballos corrió hasta la banca de suplentes para llamar a Bolívar y mostrarle la tarjeta roja, lo que significaba su salida definitiva del terreno de juego. La reacción del jugador, lejos de aceptar la sanción, fue perder el control y responder con una cachetada a la jueza, acción que fue grabada por un aficionado con su teléfono celular.
La agresión y la reacción en la cancha

Tras el golpe recibido, la árbitra intentó devolver la agresión con una patada, pero Bolívar logró cubrirse y retrocedió para alejarse. La tensión en el campo aumentó de inmediato, ya que Ceballos, visiblemente indignada, quiso seguir persiguiendo al jugador para encararlo.
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Otros futbolistas y parte del cuerpo técnico intervinieron rápidamente para separar a ambos y contener a la jueza, mientras Bolívar se dirigía a los vestidores. La escena dejó atónitos a los presentes, pues la violencia superó el marco deportivo y expuso la vulnerabilidad de las autoridades arbitrales en un deporte que debería estar regido por el respeto.
Condena oficial y reacciones en redes sociales
Tras lo ocurrido, la Liga Difutbol condenó de manera enérgica el comportamiento del jugador, señalando que no se tolerará ningún tipo de violencia en contra de mujeres dentro del futbol. “No aceptamos ningún tipo de violencia verbal ni física en contra de las mujeres. El fútbol debe ser un espacio de competencia dentro de los marcos del respeto hacia todos los participantes y asistentes”, expresó el organismo en un comunicado.
En redes sociales, la situación generó gran indignación. Algunos usuarios pidieron sanciones ejemplares como la expulsión definitiva de Bolívar de toda competición federada. “Expulsión de por vida”, “Debe ser retirado del grupo” y “Suspensión de cinco años como mínimo” fueron algunos de los comentarios que circularon en X (antes Twitter). Otros, sin embargo, criticaron la reacción de la árbitra al intentar devolver el golpe, señalando que los árbitros deben mantener la compostura pese a las provocaciones.

El caso ha encendido un debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad para árbitras y árbitros en todas las categorías del futbol colombiano, subrayando la urgencia de garantizar un ambiente libre de violencia en el deporte.