La periodista Lourdes Mendoza se convirtió en el foco de una fuerte controversia tras sus comentarios sobre la familia del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La polémica comenzó cuando Mendoza, a través de su cuenta de X (antes Twitter), publicó un mensaje burlándose de Jesús Ernesto López Beltrán, hijo de AMLO, llamándolo “próximo españolado” y utilizando el término despectivo “chocoflán”.
El apodo “chocoflán”, popularizado por el youtuber Chumel Torres, hace referencia al contraste entre la piel morena del joven y el cabello rubio que tuvo en su niñez. En su tuit, Mendoza escribió: “Deja vu‼️ En estos momentos como hace 4 años estuvo Emilio Lozoya se encuentra el próximo españolado #chocoflan conviviendo con el pueblo bueno y sabio del #Hunan. ¿Pagará con los 200 pesos qué su papá siempre trajo en la cartera? Así o más incongruentes“.
Ataques a su hija y respuesta de Mendoza

La publicación generó una reacción inmediata de simpatizantes de López Obrador y Morena, quienes atacaron a Mendoza en redes sociales. La situación escaló cuando comenzaron a viralizar imágenes de la hija menor de la periodista, burlándose de su apariencia física.
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Ante esto, Lourdes Mendoza estalló en cólera y publicó un mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum con el hashtag #ConLosNiñosNo.

La comunicadora acusó a la 4T de coordinar los ataques mediante “bots” y afirmó haber llamado a Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, quien respondió: “eres periodista”, lo que Mendoza interpretó como una aceptación de responsabilidad indirecta. La periodista cuestionó públicamente: “¿En la 4T dónde está el límite?”.
Críticas a la doble moral y debate ético
El episodio generó un debate sobre la ética en las redes y el periodismo. La periodista Maca Carriedo señaló: “Qué feo que le estén haciendo a Lourdes Mendoza lo que hace Lourdes Mendoza. Sean mejores que eso”. Muchos usuarios criticaron la aparente doble moral: Mendoza inició burlándose de un joven, pero no previó que la agresión se volcaría sobre su propia familia.
El caso pone sobre la mesa temas recurrentes en la discusión pública: el límite de la crítica política, la invasión a la privacidad de familiares y la cultura de cancelación. Atacar a menores es ampliamente considerado reprobable, independientemente del contexto.

El episodio de Lourdes Mendoza refleja la polarización y la naturaleza visceral del debate político en redes sociales. Mientras la periodista fue la instigadora inicial, la retaliación contra su hija muestra cómo las agresiones personales escalan rápidamente y cuestiona los límites éticos del discurso público.