Con más del 77% de progreso, el Puente Nichupté será el segundo más grande de Latinoamérica, libre de peaje, con ciclovía y un sistema inteligente de transporte conectado al C4.
El Puente Vehicular Nichupté en Cancún avanza hacia su etapa final con un progreso de obra superior al 77%. Se trata de una de las infraestructuras más ambiciosas de México y el Caribe, con una longitud total de 11.2 kilómetros, de los cuales 8.8 km corresponden al tramo principal que conectará la avenida Colosio con la zona hotelera.
Este megaproyecto será el segundo puente más grande de Latinoamérica, reforzando la conectividad de Cancún y mejorando la movilidad diaria de miles de personas. La obra reducirá significativamente los tiempos de traslado entre la ciudad y la zona hotelera, además de ofrecer rutas alternativas en casos de emergencia.
Entre sus innovaciones, el Puente Nichupté contará con un carril reversible para optimizar el tráfico en horas pico, así como ciclovía y andadores peatonales, lo que lo convierte en una infraestructura incluyente y moderna. Su diseño contempla una sección transversal de 14.9 metros con capacidad para tres carriles de circulación.
La seguridad estará respaldada por un Sistema Inteligente de Transporte (ITS) enlazado al C4 de Cancún, que permitirá monitoreo en tiempo real, detección de incidentes y respuesta inmediata ante emergencias. Esta integración tecnológica posiciona al puente como una de las obras más avanzadas en materia de movilidad inteligente en México.
Un aspecto clave es que el Puente Nichupté será libre de peaje, lo que significa que residentes y turistas podrán utilizarlo sin costo. Esto representa un beneficio económico directo para quienes transitan a diario entre el centro y la zona hotelera de Cancún.
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El proyecto también incluye un enfoque de sustentabilidad ambiental. Como parte de las medidas de mitigación, se lleva a cabo un programa de reforestación de más de 300 hectáreas de manglar, considerado el más grande implementado en la región. Con ello, se busca equilibrar el desarrollo urbano con la protección del ecosistema local.
Actualmente, cinco frentes de trabajo simultáneos permiten avanzar en la superestructura, conexiones y acabados finales. El desmontaje de las estructuras provisionales también está en marcha, con miras a dejar el paso libre para las etapas finales de pavimentación.
En lo económico, la obra ha generado cientos de empleos directos e indirectos y ha dinamizado cadenas productivas locales relacionadas con la construcción, transporte y servicios. Esto refuerza su papel como motor de desarrollo para Quintana Roo.
De acuerdo con las proyecciones oficiales, el Puente Nichupté Cancún estará en operación en diciembre de 2025, consolidándose como un parteaguas en la movilidad urbana. Se espera que su entrada en funciones revolucione la conectividad turística y urbana, además de posicionarse como símbolo de modernización para la región.
Este proyecto no solo resolverá un problema histórico de tráfico en Cancún, sino que también se convertirá en un referente de infraestructura vial sustentable en México y Latinoamérica.