En agosto, el cielo nocturno se viste de magia y nos ofrece uno de los espectáculos celestes más impactantes del verano: la superluna, que en esta ocasión se conoce como la “Luna de Esturión”. Esta denominación tradicional proviene de los pueblos indígenas de América del Norte, quienes asociaban esta luna llena con la abundancia de esturiones en los Grandes Lagos durante esta época del año.
El momento de mayor brillantez de esta luna llena se espera en la madrugada del sábado 9 de agosto, alcanzando su punto álgido de luminosidad aproximadamente a la 1:25 a. m. (hora peninsular española). Aunque este instante tan exacto ocurre de madrugada, el fenómeno es visible desde la noche del 8 de agosto—lo que brinda a los observadores varias horas de tiempo para disfrutar del efecto superlunar.
Para quienes se encuentren en México, en especial en la Ciudad de México, el momento más favorable para admirarla será cerca de la 1:55 a. m. (GMT–6), tras el atardecer.
La mejor forma de contemplar este fenómeno es alejándose de las zonas urbanas con contaminación lumínica, ¿por qué no un mirador elevado o una playa tranquila? Así se puede apreciar cómo la Luna asciende por el horizonte oriental al caer la noche y luego se desplaza hacia el sur, para finalmente descender hacia el oeste conforme se acerca el amanecer. Llevar prismáticos o una cámara puede enriquecer la experiencia, aunque, lo más valioso, será la paciencia para esperar el momento de plenitud.