Un hallazgo sorprendente ha dejado atónitos a científicos australianos: un insecto palo gigante, con un peso récord de 44 gramos y una longitud de 40 centímetros, fue descubierto en las selvas montañosas del extremo norte de Queensland. Esta nueva especie, identificada como Acrophylla alta, es posiblemente el insecto palo más pesado registrado en Australia.
El descubrimiento fue realizado por investigadores de la Universidad James Cook, encabezados por el profesor Angus Emmott y el científico Ross Coupland. Todo comenzó tras recibir una imagen que sugería la existencia de una especie no documentada. La expedición llevó a los científicos a una zona remota entre Millaa Millaa y el monte Hypipamee, a más de 900 metros de altitud, en pleno corazón del Área de Patrimonio Mundial de los Trópicos Húmedos.
Una especie de insecto jamás antes vista

“Estudiamos sus huevos tras observar que la hembra había puesto algunos, y fue entonces cuando supimos que se trataba de una criatura completamente nueva”, relató Emmott a Reuters. Hasta ahora, solo se han encontrado dos hembras, sin rastro de machos.
El entorno frío y húmedo en las copas de los árboles ha favorecido el desarrollo de esta especie de gran masa corporal, cuya adaptación le permite sobrevivir en condiciones extremas.
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Debido a lo inaccesible de su hábitat, su avistamiento es extremadamente raro y suele darse solo cuando un ciclón o un ave logra hacerla caer del dosel arbóreo.
Australia: refugio de especies extraordinarias
Este hallazgo se suma a la impresionante biodiversidad de Australia, resultado de millones de años de evolución en aislamiento. Más del 80% de sus especies son endémicas, incluyendo criaturas tan inusuales como el equidna de pico corto —mamífero que pone huevos y no tiene pezones—, el icónico demonio de Tasmania, o el extinto tilacino, también conocido como tigre de Tasmania.

Otros ejemplos de su fauna única incluyen al cocodrilo de agua salada, el reptil más grande del planeta, que habita tanto estuarios como aguas marinas, y cuya sofisticada termorregulación lo convierte en un depredador altamente eficiente.

El descubrimiento del Acrophylla alta no solo amplía el catálogo de insectos australianos, sino que también subraya la importancia de conservar los ecosistemas montañosos, que aún albergan secretos por revelar.