En el transcurso de esta semana, treinta sitios de relevancia cultural y natural —procedentes de países como Panamá, Brasil y México— conocerán su destino: podrían entrar a formar parte de la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial gestionada por la UNESCO.
Entre las postulaciones más destacadas se encuentran:
- La Ruta Colonial Transístmica de Panamá, un antiguo corredor que conecta los océanos Pacífico y Atlántico, vital en la época colonial española entre los siglos XVI y XIX.
- La Ruta Huichol en México, un recorrido precolombino de aproximadamente 500 kilómetros que recorre territorios sagrados y naturales, incluyendo lugares emblemáticos como Wirikuta.
- El Parque Nacional Cavernas do Peruaçu en Brasil, conocido por sus formaciones kársticas y cuevas decoradas con arte rupestre.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, subrayó durante la sesión del Comité del Patrimonio Mundial que esta fase de selección debe reafirmar el valor del multilateralismo “tangible y decidido”, donde el patrimonio cultural actúe como herramienta para enfrentar y superar desafíos globales como el cambio climático y los conflictos armados.
Azoulay alertó que casi el 75 % de los sitios inscritos hoy se encuentran en peligro por fenómenos relacionados con el agua, que abarcan tanto la escasez hídrica como las inundaciones, y añadió que el “sobreturismo” ejerce una presión creciente en muchos destinos. Además recordó que, de los 56 lugares actualmente en la lista de Patrimonio Mundial en peligro, aproximadamente la mitad está amenazada debido a los efectos directos de guerras y conflictos sociales.
En total, ya existen más de 1 200 bienes (culturales, naturales y mixtos) reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Mundial.
Contexto histórico y tipos de candidaturas
Este año, algunas de las candidaturas muestran fuertes vínculos con la prehistoria. Por ejemplo:
- Los alineamientos megalíticos de Carnac, en el oeste de Francia.
- El Parque Nacional Cavernas do Peruaçu, en Brasil, incluye cuevas con pinturas rupestres.
Estas inscripciones se suman a la diversidad de formas patrimoniales que aspiran a ser reconocidas gracias a su valor universal histórico y cultural.
¿Qué ocurre después según la UNESCO?
El Comité, conformado por delegaciones de 21 Estados, se reúne anualmente para deliberar sobre:
- La inscripción de nuevos sitios.
- La ampliación de sitios ya existentes.
- La evaluación del estado de conservación de bienes ya inscritos, sobre todo aquellos incluidos en la lista de Patrimonio Mundial en peligro.
Estas decisiones permiten no solo enriquecer la lista oficial, sino también acceder a fondos internacionales para su protección y conservación permanente.
En un mundo donde el patrimonio se enfrenta simultáneamente a la crisis climática, al turismo masivo y a los conflictos armados, actos como esta revisión anual de candidaturas cobran especial relevancia. Al elegir qué sitios merecen la protección más alta, la UNESCO busca reforzar un multilateralismo efectivo que, a través de la cultura, promueva soluciones frente a las amenazas globales que compartimos.