El 29 de junio, el Bosque de Chapultepec será el escenario de una celebración muy especial: Xin Xin, la única panda gigante que actualmente vive en Latinoamérica, festejará sus 35 años con una jornada llena de homenaje, actividades culturales, y momentos de reflexión sobre conservacionismo.
La Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX convoca a familias, estudiantes, investigadores y público en general a sumarse a esta efeméride en el Centro de Conservación de la Vida Silvestre. Más allá de la fiesta en sí, la cita busca destacar el valioso legado de Xin Xin en materia de preservación y sensibilización hacia especies amenazadas.
Un festejo con tradición, creatividad y conciencia
A partir de las 11:00 h iniciará el evento con una colorida muestra de la Danza del León, marca de las celebraciones chinas y aportada por el Centro Cultural Chino en México. Esta danza, profunda y simbólica, pretende atraer buena suerte a la panda longeva.
A las 11:30 h comenzará el momento emotivo: el corte del gigantesco pastel conmemorativo. A continuación, se premiará a los ganadores del concurso infantil “Dibuja a Xin Xin”, una iniciativa que motiva a los pequeños artistas a expresar su cariño por la osita a través del dibujo.
Paralelamente, el recinto ofrecerá diversas actividades durante toda la mañana, entre ellas:
- Taller para elaborar diademas con temática de panda usando materiales reciclados.
- Experiencia “Tanzaku”: los asistentes podrán escribir deseos o palabras de afecto y colgarlos en bambú, inspirados en una costumbre japonesa.
- Charlas informativas sobre la relevancia de Xin Xin en la historia de la conservación de pandas, así como del esfuerzo detrás de su cuidado veterinario.
- Módulos divulgativos con información sobre la situación actual de la especie en el mundo.
Todas estas actividades se enfocan en reforzar la conexión emocional del público con la conservación y en generar conciencia sobre la protección de la vida silvestre.
Xin Xin: Longevidad, origen y cuidado excepcional
Xin Xin nació el 1 de julio de 1990 y es descendiente directa de Tohuí, la primera panda nacida en Latinoamérica que vivió. Esta última descendía, a su vez, de Ying Ying y Pe Pe, pandas donados por China a México en 1975 como gesto de amistad internacional.
A diferencia de otros pandas que llegan vía préstamo desde China, Xin Xin permanece bajo custodia mexicana desde antes de que se implementara el sistema internacional de préstamos en 1984, lo cual la convierte en un caso excepcional.
En su edad avanzada (35 años, equivalentes a unos 100 humanos), Xin Xin ha superado con creces la expectativa de vida promedio de la especie en cautiverio, estimada en alrededor de 30 años. Este logro se atribuye al trabajo dedicado de veterinarios, biólogos y personal del Centro de Conservación, quienes la acompañan con dietas especiales, monitoreo constante y enriquecimiento ambiental para su bienestar.
Última panda de su especie en la región: un símbolo de compromiso ambiental
Actualmente, Xin Xin es la única panda gigante en América Latina, y cuando llegue el fin de su ciclo vital, marcará el cierre de una era en México, pues no existe un convenio activo con China para recibir nuevos ejemplares. Esa posibilidad requeriría protocolos internacionales y programas de reproducción especializados que hoy no están en marcha.
Por ello, el festejo de su cumpleaños es una oportunidad para reflexionar sobre la biodiversidad y la conservación. Xin Xin representa un vínculo vivo entre México y China, y su presencia resalta la responsabilidad compartida de todos para proteger a especies en peligro, desde pandas hasta especies locales amenazadas como el ajolote, el lobo mexicano y el teporingo.
El evento es gratuito y abierto a todo público. Las autoridades recomiendan llegar temprano —idealmente entre las 11:00 y 16:00 h— para disfrutar de todas las actividades programadas. Además, Marina Robles, titular de Medio Ambiente en la CDMX, destacó: “Xin Xin es un tesoro vivo que nos recuerda la importancia de proteger la biodiversidad”. La celebración culminará cuando la panda disfrute de un rompecabezas de hielo con frutas y brotes de bambú, un dulce intercambio entre humanidad y naturaleza.