Por primera vez en la historia, partes del estado de Alaska estarán bajo una alerta oficial por calor, una medida inédita para una región mundialmente conocida por su clima frío.
Esta acción marca un cambio importante en los protocolos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), que hasta ahora utilizaba “declaraciones climáticas especiales” para advertir sobre condiciones de calor, sin resaltar adecuadamente los riesgos que implican.
Alertar por calor en Alaska

La alerta entrará en vigor este domingo en la ciudad de Fairbanks, donde se espera que las temperaturas superen los 85 grados Fahrenheit (29 °C). Aunque este tipo de calor no es sin precedentes, sí es poco común para el mes de junio.
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“Queremos que la gente entienda que esto puede ser peligroso. En Alaska no estamos acostumbrados a estas temperaturas”, explicó Alekya Srinivasan, meteoróloga del NWS en Fairbanks.
Un cambio de enfoque en la comunicación del clima

El objetivo de esta nueva política no es señalar récords históricos, sino mejorar la forma en que se comunica el riesgo climático. Rich Thoman, del Alaska Center for Climate Assessment and Policy, señaló que el cambio no responde directamente al cambio climático, sino a la necesidad de alertar adecuadamente a la población.
“En muchas casas no hay aire acondicionado, y los edificios están diseñados para retener el calor. Eso puede ser un problema si no se tiene buena ventilación”, comentó.
Este tipo de calor puede representar una amenaza real para la salud, sobre todo para personas mayores, niños y quienes trabajan al aire libre. La falta de experiencia con olas de calor en esta zona hace que la población no esté preparada para tomar precauciones adecuadas.
El humo de incendios agrava el panorama
A la situación se suma el creciente problema del humo por incendios forestales, que ha afectado seriamente a Fairbanks en años recientes. Según Thoman, en los últimos tres años se han registrado más de 100 horas con humo denso que impide abrir puertas y ventanas, lo que agrava la falta de ventilación durante días calurosos.

Por el momento, solo las oficinas meteorológicas de Fairbanks y Juneau pueden emitir este tipo de alertas. Anchorage, la ciudad más grande del estado, todavía no está incluida, aunque se analiza incorporarla en el futuro conforme evolucionen las condiciones climáticas.
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