En abril de 2025, la economía mexicana registró un crecimiento anual del 0.7%, según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este indicador, que ofrece estimaciones preliminares sobre la evolución del Producto Interno Bruto (PIB), sugiere una ligera recuperación en la actividad económica del país.
Al desglosar el crecimiento por sectores, se observa un comportamiento mixto. Las actividades terciarias, que incluyen servicios como comercio, transporte y turismo, mostraron un incremento anual del 1.5%, reflejando una demanda interna más sólida y una recuperación en sectores clave para la economía. Por otro lado, las actividades secundarias, que abarcan la industria manufacturera, construcción y minería, experimentaron una contracción del 0.8% en comparación con el mismo mes del año anterior, indicando desafíos persistentes en la producción industrial.
Este crecimiento moderado se produce en un contexto de incertidumbre económica tanto a nivel nacional como internacional. Factores como las políticas comerciales de Estados Unidos, la inflación global y las tensiones geopolíticas han influido en las expectativas económicas. De hecho, analistas del sector privado consultados por el Banco de México han ajustado a la baja sus previsiones de crecimiento para el país en 2025, situándolas en un 0.20%, frente al 0.50% estimado anteriormente.
A pesar de estos desafíos, el crecimiento observado en abril ofrece señales de resiliencia en ciertos sectores de la economía mexicana. Sin embargo, la contracción en las actividades secundarias destaca la necesidad de políticas económicas que fomenten la inversión y fortalezcan la industria nacional.
En resumen, mientras que la economía mexicana muestra signos de recuperación en algunos sectores, persisten desafíos significativos que requieren atención para asegurar un crecimiento sostenido y equilibrado en el futuro.
