En un evento que resalta la valentía y dedicación de generaciones de atletas, los clavadistas de La Quebrada en Acapulco, México, han sido reconocidos oficialmente por Guinness World Records por haber realizado cinco millones de saltos de cabeza desde su emblemático acantilado. Este hito no solo celebra una tradición que comenzó en 1934, sino que también simboliza la resiliencia de una comunidad que ha enfrentado desafíos naturales y sociales a lo largo de los años.
Un salto histórico
El salto número cinco millones fue ejecutado por Amadeo Alcocer, un joven de 18 años que comenzó su entrenamiento a los 12. Antes de lanzarse desde los 35 metros de altura, Alcocer se encomendó a la Virgen de Guadalupe, siguiendo una tradición arraigada entre los clavadistas. Portando una capa con el logotipo del récord, expresó su orgullo por representar a su comunidad y contribuir a este logro colectivo.
Durante la ceremonia de entrega del certificado, el presidente de la Asociación de Clavadistas de La Quebrada, Gustavo Gatica Gorostieta, destacó que este reconocimiento es el resultado de décadas de esfuerzo, sacrificio y pasión. Subrayó que cada salto ha sido realizado con amor y dedicación, promoviendo no solo el espectáculo, sino también la cultura y el turismo de Acapulco y Guerrero.
Presencia institucional y significado cultural
El evento contó con la presencia de Ingrid Rodríguez Borja, representante de Guinness World Records en México; Josefina Rodríguez Zamora, secretaria de Turismo; y Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero. Salgado enfatizó que este récord no es solo un logro deportivo, sino también un símbolo de la resiliencia del puerto de Acapulco, que ha enfrentado adversidades como la pandemia y huracanes recientes. Destacó que los clavadistas alcanzan velocidades de hasta 90 km/h al lanzarse desde 35 metros, lo que resalta su valentía y habilidad.
La Quebrada: Un legado vivo
La Quebrada, con su acantilado de 35 metros, ha sido escenario de este espectáculo desde 1934. Los clavadistas deben calcular el momento exacto en que las olas elevan el nivel del mar para lanzarse con seguridad, una hazaña que requiere precisión y coraje. Este espectáculo ha atraído a millones de visitantes y ha sido inmortalizado en películas y documentales, consolidando su lugar en la cultura mexicana y en el turismo internacional.
Este reconocimiento mundial refuerza el compromiso de los clavadistas de La Quebrada con su arte y su comunidad. A medida que Acapulco continúa su recuperación y promoción como destino turístico, este logro sirve como inspiración y orgullo para las futuras generaciones de clavadistas y para todos los mexicanos.