El paraíso caribeño que hoy conocemos como Cancún no siempre fue un símbolo de vacaciones y lujo. Su historia se remonta a 1970, cuando se instaló el primer campamento en la isla, conformado por un grupo reducido de trabajadores contratados por la empresa Consorcio Caribe. En ese momento, Este complejo era solo una idea en construcción, un proyecto que buscaba convertir una zona prácticamente virgen en un importante destino turístico.
La verdadera transformación comenzó años antes, entre 1966 y 1968, cuando el Banco de México impulsó la creación del Fondo para la Promoción de la Infraestructura Turística (Infratur). Esta iniciativa tenía como objetivo desarrollar nuevos polos turísticos y fortalecer los ya existentes, con la intención de diversificar y ampliar el turismo en México.
El nacimiento del primer resort en Cancún

Fue hasta junio de 1974 que Cancún dio un giro decisivo con la apertura del primer resort hotelero en la zona: el hotel Bojórquez. Este proyecto fue liderado por el empresario e inversor Alberto Bojórquez Pérez, quien apostó por el potencial del lugar.
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El hotel comenzó con solo 24 habitaciones, pero marcó el inicio de lo que hoy se conoce como la zona hotelera de Benito Juárez.
Ese mismo año, entre septiembre y diciembre, se inauguraron otros cuatro hoteles pioneros que se sumaron al desarrollo de la isla: Playa Blanca, Maya Caribe, Cancún Caribe y Villas Tulum. Con estas aperturas, la oferta hotelera comenzó a consolidarse rápidamente.
Primeros frutos del desarrollo turístico
Durante su primera década, Cancún pasó de ser un destino emergente a un punto clave del turismo nacional e internacional. Para finales de los años setenta, la ciudad ya contaba con 57 hoteles, 6,000 habitaciones y una afluencia aproximada de 714,000 visitantes anuales.

Aunque algunos hoteles han desaparecido con el tiempo, muchos dejaron huella en la historia del destino. Este complejo se convirtió en sinónimo de descanso, sol y mar, y continúa siendo un ejemplo de cómo la planeación estratégica puede transformar una región.

Hoy, este destino es uno de los más visitados del país, reflejo de décadas de inversión, visión y trabajo colectivo. Un ícono del Caribe mexicano que sigue creciendo y reinventándose año con año.