La FIFA ha anunciado que, durante la Copa Mundial de la FIFA 2034 en Arabia Saudita, estará prohibida la venta y consumo de alcohol en los estadios y sus alrededores. Esta decisión se alinea con las estrictas leyes islámicas del país, que prohíben el consumo de bebidas alcohólicas desde 1952. A diferencia del Mundial de 2022 en Qatar, donde se permitió el consumo de alcohol en hoteles con licencia, Arabia Saudita no hará excepciones, ni siquiera en hoteles o zonas designadas para aficionados.
El embajador saudí en el Reino Unido, el príncipe Khalid bin Bandar Al Saud, afirmó: “No habrá alcohol para nada. Como nuestro tiempo, es un país seco. En estos momentos no permitimos el alcohol, pero se puede uno divertir mucho sin alcohol. No es 100% necesario y si quieres beber cuando te hayas ido, adelante, pero nosotros no tenemos alcohol”.
Esta postura ha generado diversas reacciones entre los aficionados al fútbol. Algunos seguidores han expresado su descontento en redes sociales, cuestionando la decisión y su impacto en la experiencia del torneo. Sin embargo, las autoridades saudíes mantienen su posición, enfatizando la importancia de respetar las normas culturales y religiosas del país anfitrión.
La FIFA, por su parte, ha indicado que no presionará a Arabia Saudita para modificar sus leyes sobre el alcohol durante el torneo. Esta decisión contrasta con situaciones anteriores, como en el Mundial de Brasil 2014, donde la FIFA insistió en la venta de alcohol en los estadios debido a compromisos con patrocinadores.
La prohibición del alcohol en el Mundial de 2034 también plantea interrogantes sobre la relación de la FIFA con sus patrocinadores, especialmente con empresas cerveceras que tradicionalmente han tenido una presencia destacada en estos eventos. En el Mundial de Qatar 2022, la prohibición de última hora de la venta de cerveza en los estadios resultó en una compensación de 40 millones de libras a la empresa AB InBev, propietaria de Budweiser.
Además del tema del alcohol, Arabia Saudita ha asegurado que todos los aficionados, incluidos los miembros de la comunidad LGBTQ+, serán bienvenidos en el torneo. No obstante, persisten preocupaciones sobre los derechos humanos en el país, especialmente en relación con las estrictas leyes y prácticas culturales.
La decisión de prohibir el alcohol en el Mundial de 2034 refleja las diferencias culturales y religiosas entre los países anfitriones de la Copa del Mundo. Mientras que en ediciones anteriores se han realizado concesiones para acomodar las expectativas de los aficionados internacionales, Arabia Saudita ha dejado claro que no modificará sus leyes para el evento.
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Esta medida también podría influir en la percepción global del torneo y en la asistencia de aficionados extranjeros. Algunos seguidores podrían reconsiderar su asistencia debido a las restricciones, mientras que otros podrían verlo como una oportunidad para experimentar una Copa del Mundo en un contexto cultural diferente.
Es importante destacar que, aunque el consumo de alcohol estará prohibido en los estadios y áreas públicas, las autoridades saudíes han enfatizado que los aficionados podrán disfrutar del torneo y de las diversas actividades culturales y de entretenimiento que se organizarán en torno al evento. Se espera que se implementen medidas para garantizar una experiencia segura y agradable para todos los asistentes.
En resumen, la prohibición del alcohol en la Copa Mundial de la FIFA 2034 en Arabia Saudita representa una decisión significativa que subraya las diferencias culturales y religiosas entre los países anfitriones de este evento global. Será fundamental para los aficionados y participantes del torneo familiarizarse con las leyes y costumbres locales para garantizar una experiencia respetuosa y enriquecedora durante su estancia en el país.
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Con información de El Universal