Cuatro zonas arqueológicas del estado de Quintana Roo han sido renovadas y ahora están listas para recibir visitantes, un avance significativo que fomenta el turismo cultural en la región. Estas áreas, cuidadosamente restauradas como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), se suman a la lista de tesoros históricos disponibles al público. Las zonas reabiertas son Ichkabal, Paamul II, Chacchoben y Kohunlich, ubicadas estratégicamente en el corazón de la selva maya, a una distancia variable de destinos turísticos como Cancún y Tulum.
Ichkabal, una joya menos conocida, destaca entre estas zonas. Ubicada a unos 30 kilómetros de la Laguna de Bacalar, este sitio permaneció cerrado durante décadas debido a su limitada infraestructura. Sin embargo, con el respaldo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ahora cuenta con accesos mejorados y recursos para garantizar una experiencia más cómoda para los visitantes. Ichkabal ofrece una rica historia plasmada en sus estructuras arquitectónicas, con seis edificios principales que reflejan la grandeza de la civilización maya.
Paamul II, por su parte, ha captado la atención por su singularidad. Este espacio, que combina la arqueología con la biodiversidad local, se presenta como una opción ideal para quienes desean explorar no solo el pasado, sino también la riqueza natural de la región. Similarmente, Chacchoben y Kohunlich han sido acondicionadas con nuevas instalaciones que mejoran la seguridad y comodidad de los turistas, mientras se mantienen fieles al entorno histórico y cultural.
El impacto de estas reaperturas trasciende el ámbito cultural. Representa también un impulso significativo para el turismo local e internacional, atrayendo visitantes interesados en conocer más sobre la historia maya y disfrutar de experiencias inmersivas en un entorno natural único. Este esfuerzo refleja el compromiso de las autoridades locales y federales por preservar el patrimonio cultural mientras se estimula el desarrollo económico de la región.