Un plátano fresco pegado con cinta adhesiva a una pared, parte de la instalación “Comediante” (2019) del artista Maurizio Cattelan, volvió a ser protagonista en el arte contemporáneo.
Esta vez, el empresario de criptomonedas Justin Sun no solo adquirió la polémica obra en una subasta en Sotheby’s, Nueva York, por 6,2 millones de dólares, sino que llevó su intervención más allá: se lo comió frente a los asistentes de una conferencia de prensa en Hong Kong.
Empresario se comió la obra de arte de plátano
“Comerlo en una conferencia de prensa también puede convertirse en parte de la historia de la obra de arte”, declaró Sun, quien vinculó su acción al debate sobre la naturaleza especulativa del arte contemporáneo y su semejanza con el mercado de las criptomonedas y los NFT (tokens no fungibles).
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Para el fundador de la blockchain Tron, ambos mercados comparten un rasgo clave: su valor no es intrínseco, sino determinado por la percepción de los compradores.
La obra “Comediante”, que debutó en Art Basel Miami en 2019, se ha convertido en un símbolo de la ironía y el absurdo del mercado del arte. Aunque la instalación requiere que el plátano sea reemplazado regularmente para mantener su frescura, lo que implica que su “materia prima” cuesta apenas centavos, su significado radica en su capacidad para desafiar las convenciones artísticas y los límites de lo que se considera arte.
No es la primera vez que se comen el plátano
El acto de Sun se une a una serie de intervenciones similares. En 2019, un artista de performance consumió un plátano de la misma obra durante una exposición, mientras que en 2023, un estudiante surcoreano repitió la acción.
Sin embargo, ninguno de ellos había desembolsado millones para ello, lo que coloca a Sun en un lugar único dentro de esta narrativa artística.
El evento no estuvo exento de humor. Los asistentes a la conferencia recibieron como souvenirs plátanos acompañados de rollos de cinta adhesiva, una metáfora del juego entre lo ridículo y lo valioso que caracteriza tanto la obra de Cattelan como el mercado del arte y las criptomonedas.
Para el empresario Justin Sun, quien ha revolucionado la industria financiera digital, este acto representa algo más que un gesto excéntrico. Es una declaración sobre cómo los valores de mercado, ya sea en el arte o en las criptomonedas, dependen únicamente de la voluntad de quienes participan en ellos. Así, el plátano de 6,2 millones de dólares se consolida como una fusión perfecta de ironía, provocación y marketing.