Hillary Clinton se encontraba en Martha´s Vineyard el domingo 21 de julio, el día en que el presidente Biden declinó de la carrera presidencial, cuando sonó su teléfono.
Su esposo, el ex presidente Bill Clinton, ya había recibido una llamada del mismo número, así que, supo quién quería hablar con ella.
La vicepresidenta Kamala Harris le llamó para decirle que se iba a postular para presidenta y esperaba recibir su apoyo tan pronto como fuera posible, la Sra. Clinton no dudó un instante: le dijo a la vicepresidenta que la respaldaba.
Los Clinton se apresuraron a darle su apoyo antes de que lo hicieran muchos de los líderes del partido, incluyendo a los Obama.
Debido a que los demócratas se rebelaron contra la reelección de Biden en este verano, la Sra. Clinton no quiso participar en la presión que ejercieron contra él, de acuerdo a personas que están enterados de su proceder.
Sin embargo, tras bambalinas, también estaba segura de que si el presidente decidía declinar, Harris debería convertirse en la nominada del partido.
Las dos mujeres, que en alguna ocasión estuvieron en lados opuestos durante la polémica primaria demócrata del 2008, se han unido silenciosamente en los últimos años, compartiendo cenas en la casa en Washington de los Clinton, discutiendo decisiones de alto impacto como a quién debía Harris escoger para ser su compañero de fórmula y para comentar sobre las maneras en que las mujeres que ocupan altos puestos podrían ser subestimadas.
El lunes por la noche, la Sra. Clinton, quien estuvo a punto de convertirse en la primera presidenta del país, le pasó la estafeta a una mujer casi dos décadas más joven, en un momento en que la amistad llega con una mezcla agridulce y de orgullo para la Sra. Clinton.
La última vez que la Sra. Clinton estuvo en el escenario de la convención, vestida de blanco, pensó que estaba a punto de convertirse en la próxima presidenta.
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Muchas cosas han sucedido desde entonces —- desde el duelo de la Sra. Clinton hasta su eventual aceptación de su derrota en el 2016, hasta el ascenso de una nueva generación de líderes demócratas.
Ahora, Estados Unidos parece sentirse más cómodo teniendo a mujeres como candidatas para el puesto más alto del país, un cambio que sin duda avanzó con las candidaturas de la Sra. Clinton.
La ex secretaria de Estado está totalmente consciente de lo desafiante que será derrotar a Trump y los desagradables ataques personales que le esperan a Harris.
“La victoria de Harris en noviembre será como un “doble karma” para la Sra. Clinton, quien se sentiría muy satisfecha de que Trump perdiera ante una mujer”, comentó Philippe Reines, ex asesor de Clinton.
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Con información de Forbes