En la comunidad maya de Xocén, ubicada en el municipio yucateco de Valladolid, la bóveda de un cenote se desplomó el domingo 04 de agosto, provocando un socavón de 25 metros de diámetro.
Este fenómeno natural “tragó” un inmenso árbol de ceiba, dejando asombrados a los habitantes de dicha zona de Yucatán.
Ceiba de 100 años es tragada en Xocén
Afortunadamente, no se reportan personas lesionadas, aunque aún se desconocen las causas exactas del colapso del techo de este ojo de agua natural. Los pobladores de Xocén informaron que el árbol de ceiba que cayó al cenote tenía aproximadamente 100 años de antigüedad, lo que añade un elemento de pérdida cultural y natural significativo al incidente.
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El alcalde de Valladolid, Alfredo Fernández Arceo, acudió rápidamente a la comunidad para supervisar lo ocurrido y ofrecer declaraciones a la prensa. Confirmó que el socavón tiene un diámetro de 25 metros y señaló: “Son cosas de la naturaleza y ante eso no podemos hacer nada”.
El presidente municipal reiteró que, afortunadamente, no hubo heridos ni fallecidos en el incidente, el cual se registró a una calle del centro del pueblo.
La ceiba, considerada un árbol sagrado por los mayas, tenía un tronco de tres metros de ancho y se elevaba aproximadamente 15 metros de altura. Su caída en el cenote no solo representa un impacto ecológico, sino también un golpe al patrimonio cultural de la comunidad, que venera este árbol como símbolo de vida y conexión con el inframundo.
El Ayuntamiento de Valladolid ha indicado que se esperarán los dictámenes de Protección Civil para comprender mejor lo ocurrido y, sobre todo, para evaluar si la zona representa algún riesgo para los habitantes de Xocén. Dado que el derrumbe ocurrió en una calle muy transitada, la prioridad es asegurar que no haya peligro de futuros colapsos que puedan afectar a los residentes.
Investigarán a profundidad incidente de socavón en Xocén
Los expertos de Protección Civil estarán trabajando en el análisis de la estructura geológica del área y en la revisión de otros cenotes cercanos para prevenir posibles incidentes similares. Este evento pone de relieve la importancia de monitorear y mantener estas formaciones naturales, que son características distintivas y valiosas de la región.
Mientras tanto, la comunidad de Xocén se encuentra en un estado de asombro y reflexión sobre el poder de la naturaleza y la fragilidad de los elementos que consideran sagrados.
La pérdida de la ceiba es sentida profundamente por los habitantes, quienes ahora observan con cautela los desarrollos en la investigación y las acciones que tomarán las autoridades para garantizar su seguridad y preservar su entorno.
Este incidente resalta la necesidad de una mayor atención a los fenómenos naturales y su impacto en las comunidades locales, subrayando la interdependencia entre el hombre y la naturaleza, y la importancia de la preservación del patrimonio natural y cultural.