La popularidad de OnlyFans como plataforma para vender contenido erótico ha levantado un intenso debate en América Latina sobre la línea entre el trabajo sexual y la creación de ingresos durante la pandemia.
Onlyfans levanta intenso debate en América Latina
Este fenómeno ha llevado a miles de jóvenes, como “Tu Pequeña Juguetona” de República Dominicana, a optar por esta vía ante la falta de empleo, aunque cuestionen si es prostitución o no.
El hashtag #OnlyFans en redes sociales revela un creciente número de chicas ofreciendo contenido explícito o sugerente a cambio de suscripciones mensuales de cinco o seis dólares.
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La analista Georgia Rothe comenta que esta incursión en plataformas sexuales surgió como una oportunidad de subsistencia durante la pandemia, especialmente en países como Venezuela, donde cinco dólares representan un monto significativo.
Muchas, como Leticia, buscaban alternativas para no exponer su cuerpo, pero la necesidad económica las llevó a unirse a la plataforma. Este debate sobre si es prostitución o no se intensifica, mientras expertos como Livia Motterle, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, destacan que, cuando hay un intercambio sexual pactado por dinero, es considerado trabajo sexual.
La pandemia, lejos de crear una nueva situación, ha amplificado las desigualdades económicas y laborales preexistentes. SoloFans, aunque existía desde 2016, se masificó durante el confinamiento, atrayendo a famosos y profesionales de la fotografía, pero principalmente se inundó con contenido producido por mujeres y en menor medida por hombres homosexuales.
En este contexto, la plataforma ha representado una oportunidad de ingresos para mujeres que anteriormente se prostituían fuera de internet.Sin embargo, expertos como Laura Salgado, de Defensoras Digitales, y la abogada Yunuel Castillo enfatizan la necesidad de capacitar a estas mujeres en seguridad digital para evitar riesgos.
Aunque ha sido una forma de supervivencia para muchas, la plataforma no está exenta de críticas. Motterle señala que la mayoría de estas plataformas explotan a las trabajadoras, ya que, de los ingresos generados, la web retiene el 20%. Algunas, como Leticia, optan por vender directamente por WhatsApp para obtener más ingresos, aunque esto conlleva riesgos adicionales.
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El impacto de OnlyFans en América Latina ha generado un debate sobre empoderamiento versus falta de oportunidades y ha puesto de relieve la complejidad de las decisiones económicas en un contexto de precariedad. Es una situación que demanda reflexión, regulación y apoyo a las mujeres que encuentran en estas plataformas una forma de subsistir en tiempos difíciles.
