La reciente campaña negativa dirigida contra los Libros de Texto Gratuitos ha suscitado interrogantes sobre sus orígenes y propósitos. En medio de la controversia, surge la pregunta clave: ¿qué impulsa a grupos empresariales y medios de comunicación a lanzar esta campaña en contra de una iniciativa educativa fundamental?
Libros de Texto Gratuitos y la campaña negra
En un contexto donde la educación y la inclusión social son pilares esenciales, la resistencia y críticas hacia los Libros de Texto Gratuitos plantean inquietudes. A medida que se analizan los motivos detrás de esta campaña negra, se revela una amalgama de intereses y agendas.
En primer plano, se encuentra el descontento de sectores ultraconservadores de la derecha, quienes objetan la inclusión de temas como solidaridad, humanismo, sexualidad, prevención del embarazo adolescente, cuidado del medio ambiente y respeto a los derechos de las minorías en estas ediciones.
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La divergencia ideológica entre estas temáticas y las posiciones de algunos grupos influye en la crítica hacia los Libros de Texto Gratuitos.
Sin embargo, la controversia no se detiene ahí. Detrás de la campaña negra también se encuentra una pérdida económica significativa para ciertos actores empresariales. Varios medios de comunicación y editoriales han visto mermados sus ingresos como consecuencia de la producción de libros de texto bajo el nuevo enfoque gubernamental.
Durante administraciones previas, hasta 22 editoriales recibían 1,500 millones de pesos anuales por la producción de libros de texto, con cuatro de ellas obteniendo la mayor parte de estos contratos.
Editoriales como SM, Castillo, Santillana y Trillas eran beneficiarias de cuantiosos contratos, como lo demuestra el hecho de que en 2022, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) otorgó contratos millonarios a algunas de estas editoriales.
Sin embargo, con el cambio de paradigma y la producción de nuevos libros de texto a cargo de la Conaliteg, estas editoriales han perdido su posición privilegiada y sus lucrativos contratos.
La insinuación de que esta crítica está vinculada al comunismo es desestimada por muchos observadores, quienes argumentan que la verdadera preocupación de los grupos empresariales no radica en la ideología, sino en la pérdida de un negocio altamente rentable.
En resumen, la campaña negra en contra de los Libros de Texto Gratuitos se teje a partir de una combinación de objeciones ideológicas y pérdidas económicas. Si bien ciertos grupos conservadores pueden sentir incomodidad con los temas abordados en los libros, la raíz subyacente de la crítica reside en la alteración de un negocio lucrativo que previamente beneficiaba a ciertas editoriales.
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