Son miles de residentes los que salieron corriendo de sus casas en Maui, Hawaii, mientras el incendio de Lahaina arrasaba la isla causando al menos 93 fallecidos y quemando partes de una localidad centenaria.
Los incendios tomaron a la isla de Maui por sorpresa y dejaron tras de sí autos calcinados en unas calles antes concurridas y montones de escombros humeantes donde se levantaban edificios históricos.
El fuego azotó y obligó a adultos y a niños a meterse en el océano en busca de seguridad.
El condado de Maui actualizó la cifra de víctimas mortales de 36 a 55 en su sitio web y para el lunes, sumaban 93.
“Con algunas raras excepciones, Lahaina ha sido consumida”, dijo el gobernador Josh Green a The Associated Press.
Más de 1.000 estructuras quedaron destruidas por incendios que siguen ardiendo, añadió.
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Es el peor incendio forestal en Estados Unidos desde el Incendio Campo de 2018 en California, que cobró 85 vidas y destruyó la localidad de Paradise.
El número de decesos en Hawai podría aumentar a medida que los rescatistas lleguen a zonas de la isla que quedaron inaccesibles debido a tres incendios que continúan ardiendo, incluido el de Lahaina que estaba controlado en un 80% el jueves, según un comunicado de prensa del condado de Maui.
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Con información de Dallas News