La nave espacial Starship, de SpaceX, consiguió este jueves despegar y mantenerse alrededor de cuatro minutos en el aire antes de explotar sin completar el vuelo previsto.
La nave, que en su conjunto mide 400 pies (120 m) y con la que la empresa de Elon Musk pretende llegar a la Luna y más tarde a Marte, fue completando las primeras fases del lanzamiento hasta que llegó el momento de separarse del cohete impulsor.
Fue entonces, en la fase de separación de Starship y el cohete Super Heavy, cuando fue evidente que el aparato había perdido el control. Casi inmediatamente explotó.
Y aunque el objetivo de SpaceX en esta prueba era mandar la nave al otro lado del mundo, sin embargo, el mero hecho de que consiguiera despegar ya lo podrán considerar un cierto éxito, sobre todo, dado el pesimismo con el que afrontaban la jornada.
TAL VEZ TE INTERESE: James Webb capta fusión de dos galaxias a 250 millones de años de distancia
El lanzamiento se produjo unos pocos minutos después de la hora prevista, las 8:28 am hora local en la Starbase, el puerto espacial de SpaceX en Boca Chica, Texas.
Cuando quedaban 40 segundos, el director de vuelo ordenó congelar la cuenta atrás, lo que frenó el proceso. Pero el reloj no tardó mucho en volver a ponerse en marcha y al final de la cuenta regresiva, despegó entre los aplausos de los trabajadores de SpaceX.
Musk, quien había tratado de minimizar las expectativas para este vuelo de prueba inaugural, cargado de riesgos, ya había arrojado algunas dudas incluso sobre si el lanzamiento realmente se podrá llevar a cabo este jueves.