El Laboratorio de Paleozoología y Arqueozoología (LAPA), del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México, resguarda la colección más grande de esqueletos de peces actuales y elementos óseos aislados que son encontrados en contextos arqueológicos; es decir, huesos de época prehispánica.
También tiene la principal colección de osamentas de cánidos domésticos (perros) de carácter arqueozoológico de América Latina, las cuales formarán parte de un catálogo digital de fauna arqueológica, abierto para ser consultado en México y en cualquier lugar del mundo.
El proyecto de la Colección Biológica y Arqueozoológica también considera la digitalización de imágenes fotográficas de los diferentes especímenes que conformarán el conjunto, que estará a disposición del público en general, estudiantes e investigadores, en dos años. Se resaltará la importancia del uso y aprovechamiento de la fauna por las culturas del pasado mesoamericano.
“El acervo osteoictiológico de peces comenzó a reunirse desde 2006 y se sumó a la de cánidos, que ya existía en el LAPA desde 1986; es así que actualmente la Colección cuenta con invertebrados, como moluscos, y otros grupos de vertebrados, como son lepóridos, felinos, roedores y aves, entre otros animales”, expuso el técnico académico, responsable de la Colección, Bernardo Rodríguez Galicia.
En 1997 el universitario se integró al LAPA, que es coordinado por Raúl Valadez Azúa, y paulatinamente, durante un cuarto de siglo, la colección ha crecido con ayuda de alumnos, investigadores y, principalmente, de prestadores de servicio social.
El espécimen que se incorpora debe estar debidamente identificado y catalogado, por ejemplo con una etiqueta de registro arqueológico que establezca dónde se encontró (sitio arqueológico), quién realizó la excavación (coordinador y/o responsable de la excavación o proyecto), si se trata de un hueso aislado, hueso trabajado o esqueleto, parcial o completo, etcétera.
La meta en el LAPA es que se incluya la colección completa en el catálogo digital; sin embargo, “quise comenzar con los invertebrados; después seguirán los peces, los cánidos y los otros grupos de vertebrados; ya catalogados, y en línea, con diferentes imágenes fotográficas, si alguien, por ejemplo en Perú, quiere consultar un molusco, tendrá a su disposición la información necesaria del invertebrado, no solo en lo biológico, sino también en su manejo cultural en el pasado”.
Rodríguez Galicia explicó que el material óseo actual (especímenes de la colección biológica) se utiliza principalmente para llevar a cabo la comparación del “hueso problema” (resto arqueozoológico); es decir, se cotejan los que se encuentran en el contexto arqueológico respecto a los materiales biológicos actuales de referencia, y de esa manera se verifica que la identificación de una especie es la correcta.
Con información de DGCS UNAM