Hace alrededor de 18 años, Karen Díaz, una futbolista que llegaría a formar parte de la Selección Mexicana Femenil, tuvo que hacerla de árbitro durante un partido de Futbol 7 en el que faltaba el colegiado. Por su labor, le pagaron 55 pesos. Durante la última jornada de la primera fase del Mundial de Qatar 2022, la mexicana hizo historia al ser parte del primer trío de árbitras que pitan en la Copa del Mundo de la FIFA.
Díaz fue elegida como abanderada por la FIFA junto a Neuza Back de Brasil. La árbitro oficial fue la francesa Stephanie Frappart. Fue parte del de la victoria 4-2 de Alemania contra Costa Rica, que dejó a los teutones fuera de la Etapa de Grupos por segunda copa consecutiva. Y este logro se suma a una lista increíble de hazañas que ha logrado la mexicana desde que se puso en el cuello el silbato como oficial en un juego.
Cuando pitó por primera vez, Díaz odiaba a los árbitros, para ella eran sólo un obstáculo en su juego y reclamaba siempre que le pitaban en contra. Incluso en alguna ocasión le hizo al “feo” la recomendación de que estudiara para ser colegiala. Pero a la vida le encanta la ironía y tiempo después Díaz se dedicaría a esto de manera completa.
Nacida en Aguascalientes, estudió Ingeniería Agroindustrial y trabajó en esto de tiempo completo antes de tomar el silbato entre sus manos. Sería en 2016 cuando debutaría como colegiala en la Liga MX, en un partido entre Tuzos del Pachuca y el Club León. En 2018 recibió su gafete de FIFA y con esto se convirtió en la primera mujer en ser parte de un cuerpo arbitral en la Final de la Concacaf Champions League entre Rayados de Monterrey y Club América. También tomó parte de la Copa Árabe de la FIFA en el propio Qatar en 2021. Pitó la final del torneo Guardianes 2020 entre León y Pumas y ha participado en montones de campeonatos de distintas categorías de la FIFA.
Pero ella se toma todo esto con calma, en una entrevista con la Federación Mexicana de Futbol (FMF) señaló que para ella lo importante es que “lo veo como una gran responsabilidad, y con eso me quedo. Saber que somos responsables de hacer las cosas bien y ser agradecidas, por las compañeras para continuar haciendo lo que hacemos”. La vida le tenía preparado algo muy interesante, pasó de odiar por completo a los árbitros a ser uno de ellos.
Con información de Los Angeles Times