Por Patricia Santos
Porque la vida es lo más importante hoy hablaré de la monogamia en la naturaleza.
La monogamia (del griego monos, ‘uno’, y gamos, ‘unión’), en el mundo natural, se refiere a la tener y conservar solo una relación de pareja sexual exclusiva durante el período de reproducción y crianza de la descendencia.
La “fidelidad” a una sola pareja entre especies animales no tiene nada de romanticismo, sino que se da por cuestiones prácticas. La monogamia es una rareza entre los mamíferos, es muy frecuente en cambio entre las aves (alrededor del 90%), y esto obedece a motivos relacionados con la sobrevivencia de la especie.
Las especies animales que son monógamas son aquellas que no tienen tiempo, ni recursos ecológicos suficientes como para poder dedicarse a hacer cada año un cortejo a una hembra diferente, por otro lado para los machos tener una sola hembra le representa un menor gasto de energía al evitar peleas con otros competidores.
Son ejemplos, los casos como el de las cigüeñas y los albatros. Estas especies son monógamas porque tienen que emplear una gran cantidad de energía todos los años en las larguísimas migraciones que realizan.
Todos los animales que viven en lugares donde es difícil encontrar alimento suelen ser monógamos, como los pingüinos, donde la hostilidad del clima en sitios como la Antártida o el Ártico obliga a la especie a turnarse en el cuidado de los dos o tres huevos que incuban. En un entorno donde hay pocos alimentos y en el que la vida de las crías está en juego, la mejor forma de garantizar la sobrevivencia de la descendencia y por lo tanto la de la especie, es la monogamia, es decir “hacer “equipo” ambos progenitores cooperen en buscar comida y lograr que las crías puedan crecer y llegar a la vida adulta.
Hay algunos ejemplos especiales, como el del dik dik, que es un antílope africano de un tamaño muy pequeño, en donde la hembra es de mayor talla. Como el macho no puede dominar a la hembra, en lugar de gastar energías tratando de imponer sus deseos reproductivos con otras hembras, deja los intentos de lado y se adapta a fecundar a la misma el resto de su vida.