El 17 de abril de 2025, un ataque aéreo llevado a cabo por las fuerzas estadounidenses sobre el puerto de Ras Isa, en la provincia de Hodeida, Yemen, resultó en la muerte de al menos 74 personas y dejó 171 heridos, según informaron fuentes vinculadas al movimiento hutí.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) justificó la operación señalando que el puerto era utilizado por los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, como una fuente clave para financiar sus actividades militares mediante el comercio de petróleo.
Testigos presenciales y medios hutíes reportaron que el bombardeo incluyó hasta 14 ataques, con una segunda oleada mientras equipos de emergencia atendían a las víctimas del primer ataque.
Los hutíes calificaron la ofensiva como un “crimen de guerra” y prometieron represalias, incluyendo ataques contra instalaciones israelíes y portaaviones estadounidenses.
Desde el inicio de la campaña estadounidense en marzo, se han lanzado 175 ataques en un mes, superando en intensidad y víctimas a los bombardeos del mandato de Joe Biden.
Este ataque se produce en el contexto de la escalada de violencia en la región, tras la ruptura del alto el fuego entre Israel y Hamás el 18 de marzo, y los continuos ataques hutíes en el mar Rojo.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el aumento de las hostilidades y el impacto en la población civil, especialmente considerando que Ras Isa, junto con los puertos de Al Hudeida y Salif, constituye una vía esencial para las importaciones y la ayuda humanitaria en Yemen, según la ONU.
La situación en Yemen continúa siendo volátil, con un alto riesgo de que la violencia se intensifique aún más en los próximos días.