En el tiempo de Jesús la crucifixión era una muerte muy cruel y dolorosa; un castigo guardado para los peores criminales y terroristas.
Las palabras que salían de la boca de los crucificados eran por lo general gritos de dolor o maldiciones. Pero en el caso de Jesús no fue así y en medio de su gran dolor y de los abusos sufridos en sus 7 palabras en la Cruz fueron de perdón y de amor a quienes lo estaban castigando.
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Significado y las 7 palabras de Jesús en la Cruz
Las siguientes son las 7 palabras de Jesús en la Cruz y cada una con su significado correspondiente y que recordamos cada Semana Santa:
1.- “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”: En medio del terrible sufrimiento pidió perdón a Dios Padre para quienes lo estaban crucificando.
2.- “Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso”: Jesús fue crucificado junto a dos criminales, uno de ellos lo insultó y el otro fue creyente de su inocencia, mostrando que con el sacrificio en la Cruz le dio la salvación y vida eterna a él y a todos los seres humanos.
3.- “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”: Con eso Jesús se encargó de que María tuviera lo necesario a pesar de que ya no estaría con ella físicamente, encargando a Juan de su cuidado.
4.- “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”: Complejo de interpretar, pero que en ese momento era que cargaría sobre sí mismo los pecados de todo el mundo y era la separación del Padre como consecuencia del pecado. Jesús tomó nuestro lugar en la cruz, él cargó con nuestros pecados y recibió el castigo que nosotros merecíamos.
5.- “Tengo sed”: A Jesús le habían ofrecido beber vino con mirra, una mezcla que se utilizaba para adormecer un poco a los castigados y mitigar un poco su dolor. Jesús se negó a tomar esa bebida y ya llevaba varias horas sobre la cruz. Jesús había perdido bastantes fluidos del cuerpo debido a los latigazos, las torturas y la crucifixión. Esta expresión sobre su sed física precedió la próxima frase dicha por Jesús desde la cruz.
6.- “Todo está cumplido”: Se ha interpretado como la consumación del motivo por el cual había venido a la Tierra, con el sacrificio hecho nos dio acceso a la salvación y a la vida eterna. Aparte de todos los milagros poderosos que realizó durante su vida terrenal, Jesús acababa de hacer el milagro más grande: el pago por nuestra redención.
7.- “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”: Jesús buscó hacer siempre la voluntad del Padre, él siendo Dios, se sometió voluntariamente a la voluntad de Dios Padre por amor a nosotros. Jesús vino a cumplir con una misión específica encomendada por el Padre y la cumplió hasta el final. ¡Ya podía regresar al Padre! Con esta frase él entregó su espíritu y exhaló su último suspiro.