La posibilidad de revivir especies extintas ha dejado de ser una mera fantasía de ciencia ficción para convertirse en un campo de estudio activo en la biotecnología moderna. Gracias a avances en la secuenciación genética, la edición de ADN y la clonación, científicos de todo el mundo están explorando la viabilidad de traer de vuelta a la vida animales que desaparecieron hace siglos o incluso milenios.
1. Mamut lanudo: el gigante de la Edad de Hielo
El mamut lanudo (Mammuthus primigenius), que habitó las regiones frías de Eurasia y América del Norte hasta hace aproximadamente 4,000 años, es uno de los principales candidatos para la desextinción. Los restos congelados encontrados en el permafrost ártico han proporcionado ADN notablemente bien conservado, lo que permite a los científicos reconstruir su genoma. La empresa Colossal Biosciences está trabajando en la creación de un híbrido entre el mamut y el elefante asiático, con la esperanza de producir crías para 2028.
2. Dodo: símbolo de la extinción causada por el hombre
El dodo (Raphus cucullatus), un ave no voladora endémica de Mauricio, se extinguió en el siglo XVII debido a la caza y la introducción de especies invasoras por los colonizadores europeos. Recientemente, científicos han logrado ensamblar su genoma a partir de especímenes de museo. La posibilidad de utilizar huevos de aves emparentadas para incubar embriones de dodo hace que su resurrección sea más factible en comparación con otras especies.
3. Tilacino: el lobo marsupial de Tasmania
El tilacino (Thylacinus cynocephalus), también conocido como lobo de Tasmania, fue un marsupial carnívoro que se extinguió en 1936. Gracias a la existencia de numerosos especímenes conservados en museos, los científicos han podido extraer ADN y están trabajando en su secuenciación completa. El objetivo es utilizar técnicas de edición genética para crear embriones viables que puedan ser gestados por especies emparentadas.
4. Quagga: la cebra de rayas parciales
El quagga (Equus quagga quagga), una subespecie de cebra con rayas limitadas a la parte frontal del cuerpo, se extinguió en el siglo XIX. A través de programas de reproducción selectiva utilizando cebras modernas, los científicos han logrado criar ejemplares que se asemejan al quagga original. Este enfoque de retrocruzamiento ofrece una vía alternativa para la desextinción sin necesidad de clonación directa
5. Moa: el gigante aviar de Nueva Zelanda
Las moas (Dinornithidae), aves no voladoras que habitaban Nueva Zelanda, fueron cazadas hasta su extinción entre los siglos XIII y XV. Restos bien conservados han permitido la recuperación de ADN, y se están explorando métodos para recrear estas aves mediante técnicas de ingeniería genética y reproducción asistida.
6. Alca gigante: el pingüino del Atlántico Norte
El alca gigante (Pinguinus impennis), un ave marina que habitaba el Atlántico Norte, se extinguió en el siglo XIX debido a la caza excesiva. Investigadores están considerando la posibilidad de utilizar ADN de especímenes conservados para intentar su resurrección, aunque enfrentan desafíos significativos debido a la falta de parientes cercanos vivos.
¿Y los dinosaurios?
Aunque la idea de revivir dinosaurios ha capturado la imaginación popular, la realidad científica es que su ADN no ha sobrevivido al paso de millones de años. Por lo tanto, la desextinción de estas criaturas prehistóricas permanece fuera del alcance de la tecnología actual.
En resumen, la desextinción es un campo emergente que combina biotecnología avanzada con conservación. Si bien enfrenta desafíos técnicos y éticos, ofrece la posibilidad de restaurar especies perdidas y enriquecer la biodiversidad del planeta.