El gobierno de Estados Unidos ha dado a conocer un informe asombroso que documenta 144 avistamientos de Fenómenos Aéreos No Identificados. Este impactante informe fue elaborado por el Departamento de Defensa y el Grupo de Trabajo de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF) y arroja luz sobre un fenómeno que ha desconcertado a científicos y entusiastas del espacio durante décadas.
Estados Unidos revela detalles sobre los hechos
El documento, hecho público el 8 de septiembre, revela que estos avistamientos se han producido en distintos puntos de Estados Unidos, incluyendo Tucson, Arizona, cerca de la frontera con México. Lo más sorprendente es que la mayoría de estos avistamientos tuvieron lugar en los últimos dos años.
El informe incluye mensajes entre pilotos de aeronaves que confirman haber avistado estos objetos no identificados en múltiples ocasiones. Los mensajes reflejan la frustración de los testigos por no poder hablar abiertamente sobre lo que han presenciado, lo que sugiere que existe un estigma asociado a informar sobre avistamientos de este tipo.
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El informe también proporciona una visión detallada de los avistamientos, que incluyen una docena de videos y datos recopilados por fuentes gubernamentales. Según el informe, algunos de estos objetos parecen desafiar las leyes de la física convencional: permanecen estacionarios en medio del viento, se mueven contra él, realizan maniobras abruptas y alcanzan velocidades considerables sin una fuente de propulsión discernible.
Los avistamientos UAP ocurrieron en su mayoría alrededor de campos de entrenamiento y pruebas estadounidenses, ya menudo interrumpieron actividades militares programadas. Sin embargo, el informe también plantea la posibilidad de que estos incidentes estén relacionados con limitaciones tecnológicas y estigmas socioculturales que dificultan la recopilación de datos precisos.
El Grupo de Trabajo de Fenómenos Aéreos No Identificados identifica cinco posibles explicaciones para estos avistamientos, que van desde ruidos en el aire hasta tecnología desarrollada por gobiernos extranjeros. La falta de datos concluyentes y la complejidad de estos fenómenos indican la necesidad de análisis adicionales por parte de expertos técnicos.
El informe también menciona incidentes históricos, como el ocurrido en Finlandia en 1977, que involucró interferencias de radiofrecuencia y exposición a UAP, y el trabajo del Dr. Paul R. Hill, un ingeniero aeronáutico que recopiló pruebas de OVNIs en la década de 1910 mientras trabajaba en la NASA.
El Departamento de Inteligencia subraya que está comprometido en detectar, analizar y catalogar estos fenómenos, ya que podrían representar una amenaza potencial para la seguridad nacional de Estados Unidos. Aunque no hay pruebas de que los UAP estén relacionados con programas de recolección extranjeros, se continúa monitoreando la evidencia en busca de avances tecnológicos significativos.
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Este informe arroja nueva luz sobre un enigma que ha desconcertado a la comunidad científica y al público en general, y plantea preguntas fascinantes sobre la naturaleza de estos fenómenos aéreos no identificados y su posible impacto en la seguridad nacional de Estados Unidos.
