En un gesto inusual que ha dejado a su congregación intrigada, una iglesia en Austin, Texas, decidió incorporar la inteligencia artificial en su servicio dominical al utilizar ChatGPT para generar un sermón. El pastor Jay Cooper de la iglesia Violet Crown City ideó esta iniciativa para explorar la intersección entre la tecnología y la fe, demostrando que “Dios está en todo”.
La Inteligencia Artificial se hace presente en la iglesia
El sermón, con una duración de 15 minutos, fue el resultado de la colaboración entre el pastor Cooper y la inteligencia artificial generativa ChatGPT. Si bien la IA contribuyó a la creación del discurso, Cooper destacó que todavía se necesita un elemento humano para darle forma y añadir la profundidad necesaria.
Comentó que tuvo que proporcionar instrucciones adicionales y agregar ciertas indicaciones para fortalecer el mensaje.
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El pastor explicó que su inspiración surgió después de explorar las capacidades de la inteligencia artificial y mantener conversaciones con miembros de la congregación que trabajan en desarrollo tecnológico. Consideró que la IA tiene aplicaciones diversas y se preguntó cómo podría integrarla de manera innovadora en un servicio religioso.
Aunque el resultado fue un sermón que algunos describieron como “bonito”, hubo quienes sintieron que faltaba la profundidad emocional que solo un sermón pronunciado por un ser humano puede transmitir.
Ernest Chambers, asistente a la iglesia, expresó su opinión al respecto, afirmando que la inteligencia artificial carece de la capacidad para expresar sentimientos genuinos como el amor, la bondad y la empatía. Chambers enfatizó la importancia de practicar y expresar el amor en lugar de simplemente “sentirlo”.
El pastor Cooper, por su parte, aclaró que el propósito de esta experiencia era demostrar que la divinidad puede manifestarse en cualquier lugar, incluso en la tecnología. La idea subyacente era que si las personas pueden encontrar algo sagrado en un sermón generado por IA, también pueden encontrar aspectos sagrados en otras áreas de la vida cotidiana.
A pesar de la experimentación con la inteligencia artificial, Cooper reconoció que el elemento humano y su imperfección son fundamentales en la fe. Afirmó que el “desorden de la humanidad” debe estar presente en la experiencia religiosa para que sea auténtica y significativa.
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Este inusual evento en la iglesia de Austin ha generado un debate interesante sobre la relación entre la religión y la tecnología, así como sobre el papel único que desempeña la humanidad en la expresión de la fe. Mientras algunos ven potenciales en la integración de la tecnología en la espiritualidad, otros creen que ciertos aspectos de la experiencia religiosa deben permanecer arraigados en la humanidad y la emoción genuina.