Bad Bunny vivió un momento de tensión en la recta final de su residencia “No me quiero ir de aquí” en el Coliseo José Miguel Agrelot de San Juan, cuando interrumpió la coreografía de una de sus canciones por un dolor repentino en la rodilla.
Las imágenes, registradas por asistentes desde distintos ángulos, permiten ver el instante del mal apoyo y la expresión de dolor del artista. La escena se viralizó de inmediato en redes sociales, alimentando la conversación global y colocando el término “rodilla” entre las palabras más asociadas a su nombre durante la madrugada. En la cobertura local se habló de un “accidente” que encendió alarmas por la cercanía del cierre de la residencia.
Pese al susto, el puertorriqueño volvió a escena y terminó el espectáculo. Crónicas del show señalan que, tras un breve intervalo, el cantante retomó la presentación con ajustes en sus movimientos, privilegiando la interpretación vocal y la interacción con el público. El gesto le valió una ovación sostenida y un coro a capela que lo acompañó hasta el final.
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No hay, de momento, parte médico oficial ni diagnóstico confirmado; su equipo no ha emitido un comunicado detallando alcance de la lesión. En ausencia de información clínica, la cobertura periodística y los mensajes de fans se concentran en desear pronta recuperación y en destacar la resiliencia con la que cerró la noche.
El contexto agranda el episodio: la residencia —diseñada exclusivamente para residentes de Puerto Rico— se convirtió en el fenómeno del verano boricua por su número de fechas, invitados sorpresa y una producción que reconfiguró el “Choliseo” en un gran plató inmersivo. El incidente llega cuando la serie de conciertos estaba a punto de concluir, lo que elevó la carga emocional de la última función.
En términos escénicos, el repertorio que mezcla saltos, carreras y secuencias de alto impacto aumenta el riesgo de sobrecargas en rodillas y tobillos, especialmente en calendarios con días consecutivos de actuación. Ese tipo de ajuste es habitual en giras de gran formato: se prioriza la continuidad del show, con coreografías corregidas y protocolos de hielo, compresión y descanso entre funciones.
El momento también dialoga con el futuro inmediato del artista. Para 2025-2026, Bad Bunny programó su gira “Debí Tirar Más Fotos” con un fuerte foco internacional y —según confirmó a medios— sin paradas en Estados Unidos, luego de varias giras previas en ese mercado; la expectativa está en cómo la evolución de la rodilla cruza con ese calendario.
La residencia, además, se caracterizó por duetos e invitados de alto perfil. En la previa del cierre, Rauw Alejandro subió por fin al escenario del Choliseo para cantar “Buenos Términos” y repasar éxitos, un guiño a la potencia colaborativa que caracterizó esta racha de funciones. La química en escena subrayó el tono celebratorio de las últimas noches.
Más allá del espectáculo, el ciclo dejó un impacto económico y simbólico en San Juan: ocupación hotelera, movimiento de restaurantes y transporte, y una proyección mediática internacional que reposicionó a la isla en la agenda global del entretenimiento. En ese marco, la imagen del artista regresando al escenario después del percance terminó convertida en la postal de una comunidad que le responde con fidelidad.
En redes, el episodio produjo el habitual mosaico de reacciones: preocupación genuina, humor espontáneo y, sobre todo, un aluvión de mensajes de ánimo. La conversación digital —más allá de especulaciones— dejó clara la percepción de un intérprete que no corta el hilo con su gente, incluso cuando el cuerpo le pide pausa.
Si hay ajustes, es probable que se reflejen en la intensidad de ciertas coreografías o en la distribución de descansos durante las siguientes presentaciones. Ese tipo de decisiones rara vez merma la experiencia: la mayoría de artistas reequilibra el show hacia la interpretación y el diseño de luces/visual con éxito, conservando el pulso del directo.
Por ahora, la última palabra será médica. Hasta entonces, queda el registro de un tropiezo físico resuelto con profesionalismo, un cierre de residencia aplaudido y una pregunta abierta que solo el tiempo responderá: ¿cómo impactará el susto en la ruta internacional que viene?
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Con información de INFOBAE
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