Salvador Toscano Barragán, pionero del cine mexicano

Toscano compró a plazos un proyector y un tomador de vistas, y dos años después, abrió el Cinematógrafo Lumiere

Hablando de historia y otras cosas, ¿saben ustedes cuándo, cómo y quién introdujo el primer cinematógrafo en México?

Que tal, les saluda Lorena Careaga y hoy hablaremos del pionero del cine mexicano, el ingeniero civil nacido en Guadalajara en 1872, Salvador Toscano Barragán.

En 1896, tras leer en una revista francesa acerca de invento que los hermanos Lumiere estaban perfeccionando, Toscano compró a plazos un proyector y un tomador de vistas, y dos años después, abrió el Cinematógrafo Lumiere, en la calle de Plateros, hoy Madero, en el centro de la Ciudad de México, que sería la primera sala pública en la que se exhibieron películas.

Con el acompañamiento musical de un fonógrafo Edison, Toscano proyectó diversos cortometrajes de los hermanos Lumiére, como Llegada de un tren, y más tarde las fantásticas películas de Georges Meliés, como Viaje a la Luna o La conquista del Polo, con los primeros trucos y efectos especiales.

El espectáculo se volvió tan popular, que pronto se abrieron otras salas en la ciudad; pero los cineastas de aquella época debian ser también trashumantes, llevando en tren, por barco y a caballo, la maravilla del cine a todo el país, y Toscano no fue la excepción.

Decidió instalar un laboratorio en su casa y hacer sus propias filmaciones: sucesos, ceremonias, paisajes, escenas, vistas, desfiles militares, y aquellos acontecimientos que consideró significativos y dignos de dejar plasmados para la posteridad. Entre ellos, filmó la destrucción provocada por un terremoto en Guanajuato, las carreras de caballos en el Hipódromo de la Condesa y las peregrinaciones a la Villa de Guadalupe. También produjo una película con un argumento basado en Don Juan Tenorio, que puede considerarse como la primera película mexicana.

 

Al iniciar la Revolucion, Toscano se dedicó a filmar las acciones de guerra de los distintos contendientes y sus ejércitos, un testimonio de la vida cotidiana en medio de la guerra. En 1950, su hija, Carmen Toscano, reunió ese material en un largometraje titulado Memorias de un mexicano, uno de los documentos gráficos más valiosos que tenemos sobre esa etapa histórica.

 

 

 

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