La actriz estadounidense Jennifer Aniston sorprendió recientemente al hablar abiertamente sobre los desafíos personales que enfrentó durante su infancia, una etapa que, según confesó, moldeó su carácter y determinación en la vida. En una entrevista con Variety, la protagonista de Friends compartió detalles íntimos sobre la soledad y la inseguridad que vivió en sus primeros años, y cómo aprendió a transformar el dolor en fortaleza.
“Crecí en un hogar donde el amor existía, pero también había mucha crítica y distancia emocional”, señaló Aniston, quien recordó la estricta disciplina de su madre, Nancy Dow. “Me tomó años entender que mis inseguridades venían de intentar complacer a alguien que nunca estaba satisfecha”.
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La actriz explicó que el divorcio de sus padres marcó profundamente su adolescencia. Su padre, el también actor John Aniston, abandonó el hogar cuando ella tenía apenas nueve años. “Esa ausencia me enseñó a depender solo de mí misma. Cuando no tienes a quién acudir, aprendes a ser fuerte o te rompes”, afirmó.
Aniston también habló sobre su paso por la escuela, donde sufrió burlas debido a su apariencia y dificultades académicas. “No era popular ni brillante. Era una niña que soñaba despierta y se refugiaba en el arte para sobrevivir”, recordó. Su amor por la actuación comenzó en el teatro escolar, donde descubrió que podía ser escuchada sin miedo a ser juzgada.
La actriz confesó que la fama no borró esas heridas, sino que las volvió más visibles. “Mucha gente piensa que el éxito cura todo, pero no es así. He pasado años trabajando en mi salud mental, aprendiendo a perdonarme y a perdonar”, dijo.
Aniston, hoy convertida en una de las actrices más influyentes de Hollywood, ha usado su plataforma para promover la terapia y el bienestar emocional. “No hay nada de malo en pedir ayuda. Es un signo de fuerza, no de debilidad”, afirmó.
En los últimos años, ha producido y protagonizado series que reflejan su madurez artística, como The Morning Show, donde interpreta a una periodista que lucha por mantenerse firme en un entorno hostil. “Ese papel fue catártico. Me permitió hablar, de otra forma, de las batallas que he enfrentado como mujer”.
Sus palabras han sido recibidas con empatía en redes sociales, donde fans y colegas la elogiaron por su honestidad. “Jennifer demuestra que incluso las estrellas más admiradas tienen cicatrices. Lo importante es cómo las convertimos en luz”, escribió Reese Witherspoon, su amiga y compañera de rodaje.
Jennifer Aniston demuestra que la vulnerabilidad también es una forma de valentía. Detrás de su sonrisa icónica y su carrera brillante, hay una mujer que aprendió que el amor propio no se hereda: se construye.
Tras mudarse a Los Ángeles a los 20 años, trabajó como camarera y teleoperadora antes de obtener papeles en televisión, hasta que la oportunidad en Friends cambió su destino. “El objetivo era simplemente trabajar”, explicó durante el podcast, al recordar el escepticismo de su padre respecto a la inestabilidad de la profesión.
Fama y presión mediática: la exposición pública
Uno de los aspectos más delicados de la entrevista fue el impacto de la fama y los medios. Aniston reflexionó sobre haber aparecido en más de 2.000 portadas de la prensa sensacionalista, centrándose en chismes, escándalos y vida privada, con titulares llamativos y un enfoque amarillista.
Esta cifra equivale a una portada diaria durante más de cinco años. “Al principio lo tomaba todo muy personal”, reconoció, aunque con el tiempo dejó de preocuparse: “Hoy ya no presto atención. Me doy cuenta de que no importa. Sigo aquí, amo mi trabajo y tengo un grupo de amigos que saben quién soy”.
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Con información de INFOBAE
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