Porque la vida es lo más importante, hoy hablaré de Reproducción Sexual.
En la reproducción de los seres vivos, cuando dos progenitores contribuyen para la formación de una nueva generación, descendencia o progenie, se trata de reproducción sexual.
En este caso los progenitores denominados masculino uno y femenino otro aportan su información genética a través de células especializadas llamadas gametos (óvulos y espermatozoides, o polen – que es el gameto masculino en las plantas).
Estas células a diferencia de todas las demás del cuerpo en un organismo pluricelular, tienen solo la mitad de la información genética, ya que al unirse con el otro gameto se reestablece la información genética de la especie en cuestión.
En esta forma de reproducción sexual ambos sexos pueden estar separados en distintos individuos, las hembras y los machos, a esto se denomina ser dioicos; o ambos sexos pueden estar juntos en un mismo organismo, como en las flores por ejemplo, en donde una misma flor tiene órganos sexuales femeninos (el pistilo), y masculinos (los estambres). A pesar de que en las flores el hermafroditismo es más común, también existen una enorme diversidad de animales hermafroditas.
El hermafroditismo por definición es la presencia en un mismo ser vivo de órganos reproductivos funcionales de los dos sexos, masculino y femenino.
Animales que se reproducen de forma hermafrodita abundan en los invertebrados como equinodermos (estrellas, erizos, y pepinos de mar entre otros), moluscos como: caracoles y almejas, anélidos como las lombrices de tierra; y en varias especies de peces.
En el hermafroditismo sin embargo existe la desventaja de que un individuo se auto fecunde, y con ello pierda la enorme ventaja evolutiva que da la variabilidad y diversidad genética, que otorga la mezcla de características de dos progenitores, no obstante, este riesgo de autofecundación se evita en la naturaleza a través de varias e interesantes estrategias…
Continuaremos:
Comentó Patricia Santos González, y les espera en nuestra siguiente cita.