¿Te has preguntado por qué ciertas personas u objetos nos dan toques? El cuerpo humano tiene la capacidad de conducir electricidad de manera natural, ya que su funcionamiento depende de impulsos eléctricos. Esto significa que, en ciertas circunstancias, algunas personas pueden transmitir electricidad simplemente al entrar en contacto con un objeto o con otra persona. Esta propiedad se debe a que el cuerpo está compuesto por una red de señales eléctricas que intervienen en diversas funciones, como la comunicación, la motricidad y los procesos mentales.
Todo lo que nos rodea está formado por átomos, los cuales contienen cargas eléctricas tanto positivas como negativas. Estas cargas mantienen un intercambio constante de potencial eléctrico, lo que permite que se generen diferentes reacciones en el entorno. Según los estudios realizados por la Universidad de Valencia, este fenómeno se produce debido a que el cuerpo humano está en continuo contacto con las cargas eléctricas que provienen de la atmósfera y de la tierra. Es por esto que el cuerpo está sometido a un constante flujo de energía eléctrica, que entra, se acumula y luego se expulsa, lo que puede dar lugar a lo que comúnmente conocemos como “toques” o descargas eléctricas.
¿Por qué algunas personas reciben “toques”?
La electricidad estática es un fenómeno que ocurre cuando se acumulan cargas eléctricas en un objeto o en una persona. Este proceso se debe a la fricción y al contacto con otros materiales, que permiten que el cuerpo humano adquiera una carga eléctrica. Al entrar en contacto dos cuerpos, puede producirse una transferencia de electrones de uno a otro, lo que genera una diferencia de voltaje entre las superficies involucradas.
Cuando no existe un camino conductor para igualar las cargas, estas pueden acumularse hasta alcanzar niveles muy altos de voltaje, aunque la intensidad de la corriente es muy baja. Esta acumulación puede resultar en una descarga eléctrica cuando una persona cargada se acerca a un objeto conductor, como otra persona. La diferencia de potencial entre las cargas provoca una pequeña descarga que se siente como “toques”. Este fenómeno es más común en ambientes secos, donde la baja humedad impide que las cargas se disipen con facilidad.
La Universidad de Valencia menciona que, aunque la electricidad estática no presenta un peligro significativo para la vida humana, puede causar molestias. En la mayoría de los casos, las descargas no son graves, pero en ciertos entornos, como en centrales eléctricas, los choques pueden ser más peligrosos y causar lesiones debido a las condiciones de riesgo.
Recomendaciones para reducir la electricidad estática
Aunque la generación de electricidad estática es un fenómeno natural y difícil de evitar por completo, existen diversas medidas que pueden mitigar sus efectos. La Universidad de Valencia destaca que, en muchos entornos laborales, es crucial tomar precauciones para reducir la acumulación de electricidad estática. Entre las medidas preventivas más efectivas se encuentra el control de la humedad en el ambiente. Mantener un nivel de humedad superior al 50% ayuda a dispersar las cargas estáticas y previene su acumulación.
Además, es recomendable conectar a tierra aquellas partes metálicas que puedan acumular electricidad estática, como mesas y sillas en áreas de trabajo. También se sugiere el uso de productos antiestáticos, que ayudan a evitar la acumulación de cargas en superficies propensas a generar electricidad estática. Los ionizadores, por su parte, pueden ser útiles para equilibrar las cargas eléctricas en el aire y reducir la posibilidad de descargas.
Otra estrategia eficaz es optar por suelos y muebles con propiedades antiestáticas. Por ejemplo, los suelos técnicos o aquellos tratados con pintura especial pueden minimizar el riesgo de descargas. Asimismo, la elección de ropa adecuada es fundamental para prevenir la acumulación de electricidad estática. En este sentido, los expertos en seguridad laboral recomiendan evitar el uso de prendas sintéticas, como el poliéster o el nylon, que favorecen la acumulación de cargas. En lugar de estas, se debe optar por ropa de algodón o lana, materiales que no acumulan electricidad estática. Además, mantener la piel hidratada es una medida importante, ya que la sequedad de la piel facilita la acumulación de cargas. El uso de cremas hidratantes puede ser una solución eficaz para este problema.
Finalmente, es recomendable evitar arrastrar los pies al caminar por el lugar de trabajo, ya que este hábito puede contribuir a la acumulación de electricidad estática. En su lugar, se deben usar zapatos con suelas conductoras, que permiten que las cargas se disipen de manera segura. En algunos casos, la implementación de humidificadores en el entorno laboral también puede ser útil para mantener un nivel de humedad adecuado y reducir los efectos de la electricidad estática, de esta forma evitarás sentir el efecto de los “toques”.
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