¡Perrito de protesta! El DJ e influencer angelino Swagrman y su carismático perro husky, “Swaggy Wolfdog”, se han convertido en un fenómeno viral gracias a sus viajes por Estados Unidos a bordo de un mini CyberTruck. Su misión: promover la unidad, la igualdad y la defensa de los derechos humanos, especialmente de la comunidad migrante.
Este dúo inusual ha captado la atención del público, principalmente en California, donde suelen aparecer ondeando banderas de México y Estados Unidos. Swagrman, quien mantiene su identidad en el anonimato por seguridad, ha explicado que su iniciativa busca generar conversaciones positivas sobre la inclusión y el respeto mutuo, sin importar nacionalidad o raza.
Un perrito que quiere llegar simbólicamente a la Casa Blanca
Swaggy Wolfdog, más que una mascota, es el rostro de una campaña simbólica que lo postula a la presidencia de EE.UU. En su sitio web oficial, se afirma que su misión es “unir a la gente y defender la justicia”, demostrando que incluso un perro puede inspirar un cambio real.
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La cuenta de Instagram de Swaggy acumula 3.4 millones de seguidores, una comunidad que apoya este mensaje de amor y esperanza. Tanto él como Swagrman financian su travesía a través de una tienda en línea donde venden productos con mensajes de apoyo a los migrantes mexicanos, además de recibir donaciones.
Reacciones divididas: entre aplausos y amenazas
Si bien el carisma del dúo ha sido recibido con entusiasmo por la comunidad latina en múltiples estados, también han enfrentado rechazo.
Algunos ciudadanos y agentes del orden han reaccionado negativamente a sus apariciones, especialmente por portar la bandera mexicana en espacios públicos. De hecho, Swagrman ha tenido roces con la policía y ha recibido amenazas, pero asegura que no dará marcha atrás.
“Siempre seguiré difundiendo amor, unidad y todo lo demás, porque esto es lo que la gente necesita”, dijo en entrevista con el *Los Angeles Times*. “No odio a nadie. Solo quiero que la gente se ame y sea feliz”.
A pesar de los desafíos, Swagrman y Swaggy continúan su viaje, decididos a llevar su mensaje hasta donde puedan. Su historia demuestra que incluso los gestos más inesperados —como un perro en un mini CyberTruck— pueden inspirar grandes cambios.
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