Mundial Sub-17: España logra derrotar a Japón

España logró deshacerse de Japón, gracias a la dirección desde el banquillo de José Lana y a una segunda parte de mucho nivel, tras las dudas de los primeros 45 minutos.

La Rojita espera a Alemania o a Estados Unidos entre las ocho mejores selecciones del mundo.

El inicio de partido de España fue propio de una selección que quiere ganar el Mundial. Jugadores metidos, presión asfixiante y ocasiones de gol continúas.

Parecía que con la vuelta al once inicial, las dudas del partido ante Uzbekistán quedaban totalmente disipadas.

Todo lo plasmado por el técnico en la pizarra, incluida la salida de balón desde el sector zurdo de Cuenca, se había extrapolado al terreno de juego.

Cuando el juego fluye, sólo es necesario un gol. España lo encontró antes de haber pasado los diez minutos de juego. 

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Una de las tantas internadas de Dani Muñoz por la izquierda, se acabó convirtiendo, previa dejada de Guiu, en una asistencia perfecta para Junyent, que anotaba el primer tanto deLa Rojita.

El centrocampista del Barcelona era el primer jugador de la Selección que repite tanto en este torneo. Guiu le emuló al final, como ante Canadá.

Todo parecía idílico, hasta que España, como en el encuentro ante los uzbekos, desconectó y proporcionó a Japón la oportunidad de meterse en el encuentro.

Los jugadores de calidad de la selección nipona, Nawata y Sato, comenzaron a hacer acto de presencia.

Los de Moriyama se asentaron en terreno español y cuando los nuestros pierden el balón, el drama está asegurado.

Nawata empataba el encuentro desde la frontal, después de un gran tramo de los asiáticos. El descanso era casi un alivio para La Rojita.

Oyono y Paulo Iago dan otro aire a España

El seleccionador tomó las riendas de la situación durante el descanso y España salió con un aire nuevo en la segunda mitad. En parte, por la labor de Oyono. El futbolista del Villarreal, que sólo tiene 15 años, tiene un físico predominante, pero todo queda eclipsado por una personalidad arrolladora. Japón fue incapaz de detenerle y sus internadas simplificaron el trabajo de sus compañeros. La Rojita se asentó en terreno japonés y su mejor fútbol volvió a florecer.

Sólo quedaba romper el muro japonés y el técnico español se agarró a Paulo Iago. El canterano del Real Madrid no ha pasado bien durante esta primera parte del Mundial, debido a sus problemas de tobillo, y descargó toda su rabia tras su entrada. Su conexión con Oyono y Marc Guiu sembró el caos en la defensa nipona.

No fue el mejor partido del 9 de España. Incluso, en algunos momentos desperdició ocasiones a las que no está acostumbrando. Aún así, no ahorró ni un sólo esfuerzo y se echó el equipo a la espalda.

Cuando las piernas pesaban, su socio en esta España y en el Barcelona, Junyent, se inventó un pase delicioso. Tal fue la magnitud del mismo, que merecía una definición a la altura. Guiu no tembló ante Goto y plasmaba en el marcador la superioridad de España a falta de 15 minutos.

La Selección puso entonces todo el temple que le faltó en la primera mitad para mantener la ventaja en el marcador hasta el final. España es uno de los ocho mejores combinados del Mundial. Su rival saldrá del emparejamiento entre Alemania y Estados Unidos. Esa será ya otra historia. Por ahora, España continúa en la senda para conquistar el único torneo que falta en nuestra vitrinas.

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Con información de MARCA