Durante la madrugada, justo pasada la una, más de un centenar de personas se congregaron para recibir con entusiasmo a la Selección Mexicana Femenil de flag football, recientemente proclamada bicampeona del mundo. Entre Palmas, carteles de bienvenida y flores, las jugadoras compartieron un mensaje claro: su meta es alcanzar el oro olímpico.
Tania Rincón, una de las figuras más destacadas del equipo, expresó con convicción: “México posee un talento extraordinario; los Juegos Olímpicos representarán un desafío mayúsculo, pero sin duda vamos con la mentalidad de conquistar el oro también”.
Por su parte, Diana Flores recalcó que el bicampeonato mundial apenas marca el punto de partida. Su verdadera mirada está puesta en Los Ángeles 2028. Con determinación afirmó: “Hemos demostrado nuestra capacidad; somos conscientes de que el nivel global de competencia se elevará, pero nosotros también nos volveremos más fuertes”. Agregó con esperanza: “Los sueños sí pueden hacerse realidad; ningún objetivo es demasiado ambicioso si se combina el talento con el trabajo en equipo. Este triunfo abre la puerta a una larga y emocionante trayectoria”.
El hecho de que el flag football haya sido incluido por primera vez como disciplina con opción de medalla en los próximos Juegos Olímpicos representa una oportunidad histórica para México. Este deporte emergente podría significar una nueva fuente de orgullo y esperanza dorada —especialmente considerando que México no ha alzado una medalla de oro en los Juegos Olímpicos durante más de una década—.
Tania Rincón resumió ese anhelo con firmeza: “Es completamente posible; con la preparación y el compromiso que mostramos, todas tenemos presente la meta de alcanzar la presea dorada, ya sea en este torneo, en futuros campeonatos… y sí, también en los Juegos Olímpicos”.
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